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ÁREAS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE SE VEN AFECTADAS EN PERSONAS CON VIH/VIH AVANZADO

Actualizado: 27 may 2019


Autores:

Cáceres Ruano, Amílcar Gamaliel.

Flores Dubón, Evelin Carolina.

Reyes Calderón, Paola Carolina.

El presente es un estudio de investigación, para optar al grado de Licenciatura en Psicología, en la Universidad de El Salvador, con el Título de: “ÁREAS DE LA

INTELIGENCIA EMOCIONAL QUE SE VEN AFECTADAS EN PERSONAS CON

VIH/VIH AVANZADO, DE LA ORGANIZACIÓN ASISTENCIAL ICW CAPITULO

EL SALVADOR, DURANTE EL AÑO 2014.”


En la última década, El Salvador ha realizado importantes esfuerzos programáticos para la prevención, control y tratamiento del VIH, que incluyen: la universalización del tratamiento antirretroviral a todo paciente con VIH o VIH avanzado, la tecnificación y calificación de los recursos humanos que brindan la atención médica, así como abordajes participativos e innovadores de educación para contribuir a la salud de la población en general, y aquella con mayor vulnerabilidad. Sin embargo el apoyo debe ser más organizado y centralizado en el área psicológica y salud mental, tomando en cuenta que es fundamental para la adherencia al tratamiento médico.


La salud mental no es un estado que se hereda, ni es la resultante de un deseo o acción individual; su presencia se hace evidente mediante indicadores que atribuyen a un individuo un determinado comportamiento. De lo expuesto se deduce que el estado de bienestar mental es el resultado de un proceso de interacción de diferentes agentes y/o factores, y no es definitivo, se caracteriza por una constante búsqueda de adecuación entre la persona, sus representaciones mentales y la relación con su entorno social, tratando, en especial, de resolver sus disonancias, (Festinger, L. 1957).


Este trabajo de investigación se fundamenta en la Psicología positiva que enfatiza los aspectos más positivos del ser humano, como es la Inteligencia Emocional, siendo ésta uno de los factores protectores y facilitadores para lograr la adaptación vital a eventos determinantes, no solo a nivel personal sino también social. Se busca sensibilizar y comprometer a las personas con VIH/ VIH Avanzado a llevar un estilo de vida consciente en la obtención de una mejor salud mental.


CAPITULO I:

PLANTEAMIENTO DEL

PROBLEMA



1. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA

1.1 SITUACIÓN PROBLEMÁTICA

Como sociedad se debe contribuir al tratamiento del VIH/VIH avanzado, principalmente como trabajadores de la salud, se debe recordar la motivación de servir a la población con calidez humana y responsabilidad profesional. Para muchos, el solo hecho de realizarse la prueba del VIH despierta temor e incertidumbre, y si no se han seguido las indicaciones sobre el sexo seguro, de protegerse debidamente por el riesgo, el miedo es mayor y se apodera totalmente de muchas personas que en lugar de colaborar, rechazan el examen y cualquier información sobre la infección. Eso es lo primero a vencer, el miedo y la discriminación.


Las personas con VIH tienen temor a ser blanco de murmuraciones, de insultos y agresiones verbales o físicas, reveló el primer estudio en América Latina sobre el estigma y discriminación de quienes padecen esta enfermedad elaborado y difundido en El Salvador. “El mayor porcentaje de estigma y discriminación se manifiesta por cuatro principales vías: murmuraciones, acoso físico, agresión física e insultos”. Realizado en el 2010 y publicado el 14 de diciembre del mismo año, por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD). Expuesto en el portal SIDA – AIDS “EL SIDA DESDE UNA PERSPECTIVA PSICOLOGICA.”


De ahí parte la situación problemática que indica según la investigación y el documento “El Salvador: Estudio de estigma y discriminación de las personas con

VIH”, difundido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); 47,8% de los 688 consultados para esta investigación, admitió que tiene temor a las murmuraciones. Otro 37,1% dijo temer que alguien no quiera tener una relación sexual con él o ella, y 33,6% es temeroso a ser insultado, acosado o amenazado verbalmente.

Mientras que 25,4% admitió que siente miedo a ser acosado, amenazado o agredido físicamente y 24,1% a ser agredido físicamente.


El estudio, que consultó a personas mayores de edad que reciben atención médica en once centros hospitalarios en El Salvador, señaló que 48,4% se culpa a sí mismo; 44,5% se siente culpable; 35,8% dijo sentirse muy avergonzado, y 16,6% tiene sentimientos suicidas, entre otros.

La investigación detectó entre las formas de autoexclusión la decisión del 67,2% de los consultados de no tener descendencia, del 34% que prefiere no tener relaciones sexuales, mientras que 33,3% decidió no contraer matrimonio y 26,9% se ha aislado de su familia y amistades o ha decidido no asistir a reuniones sociales.El 15% aseguró haber sufrido exclusión social, 11,9% religiosa y 10,2% familiar.


En cuanto al aspecto laboral, 19,4% afirmó que ha perdido su trabajo u otra fuente de ingreso, y 20,4% ha cambiado de trabajo o se le ha negado un ascenso. Ante la prueba para detectar el VIH, 74,9% dijo que se la practicó voluntariamente, 15,3% se le hizo sin su consentimiento, 7,2% bajo presión y a 2,7% se le forzó. En cuanto a las razones de las estigmatización o discriminación se identificaron: las personas no comprenden cómo se transmite el VIH (32,9%); temor a contagiarse (29,6%); el VIH es algo vergonzoso (21,8%), entre otras.


La investigación es la primera de este tipo que se realiza en América Latina, después de un estudio piloto elaborado en República Dominicana, según fuentes del PNUD (2010).[1]

En los resultados que arroja la investigación es más que evidente que desde el momento que una persona se diagnostica con VIH/VIH avanzado está expuesta personal y socialmente a una serie de eventos. La teoría de las representaciones sociales constituye la fuerza de la sociedad que se comunica y genera su propia

transformación no podría explicarse con aspectos menos complejos que los que surgen con la interacción social (Moscovici, 1998). Dicha teoría se encuentra en un marco social y psicológico de ideas y conceptos con los que se estudian fenómenos psicosociales en sociedades modernas y mantiene que los procesos y los fenómenos solo pueden ser entendidos si son vistos inmersos en una condición histórica, cultural y macro social.


La teoría de la representación social parte de un enfoque discursivo y del constructivo social (Warner, Duveen, Farr y Cols, 1999) y se trata de una teoría social sobre el “pensamiento común” (Alvarez, 2002). Entonces Desde esta perspectiva, se considera el VIH/VIH avanzado como una condición médica, pero también como un fenómeno social que se encuentra caracterizado por diversos comportamientos, creencias y sentimientos influidos en gran medida por el entorno cultural.


La relación de las personas con VIH y las diferentes alteraciones a nivel psicológico son diversas, como puede ser el aumento del estrés por la percepción de los síntomas. Además las personas diagnosticadas con VIH pueden presentar ansiedad, abatimiento y depresión ante las distintas situaciones críticas que pueden acontecer en el proceso, tales como el inicio del tratamiento, la comunicación del diagnóstico a la familia o pareja, despidos, entre otras. En este sentido se busca equilibrar la atención psicológica con el tratamiento médico que se les proporciona a las personas diagnosticadas con VIH.


Los estudios previos sobre las pruebas de VIH-VIH avanzado En los primeros cinco meses del año 2013 se tiene un total de 531 casos de VIH-VIH Avanzado, de los cuales el 58.4% son hombres y el 41.6% son mujeres, de ellos los jóvenes de 15 a 24 años corresponden a un 10.7%, la población de 25 y 44 años corresponde a un 51%; y la población adulta mayor representa un 6%”, detalló el Ministerio de Salud de El Salvador, en alianza con CONASIDA y su campaña para la realización de la prueba del VIH.

De la misma forma las estadísticas oficiales del Ministerio de Salud indican que desde 1984, en que se registró el primer caso, hasta el 28 de junio de 2013, hay un acumulado de 30,064 casos de VIH/ VIH Avanzado (antes conocido como Sida); de estos 68% corresponden a casos VIH y 29.9% a personas en etapa de VIH Avanzado.

De total de casos acumulados, el 37.6% son mujeres y el 62.4% son hombres. Entre los departamentos con mayor cantidad de casos VIH y VIH Avanzado están San Salvador, Sonsonate y La Paz. De enero de 2013 al 8 de junio 2013, se registran 531 casos nuevos de VIH/VIH Avanzado.


Lo más preocupante es que cada vez se deja como una opción y como algo aleatorio la gestión de emociones. Descuidando que el aspecto psicoemocional, y sus áreas de manera compleja, áreas como el autoconocimiento, el auto cuido, el impacto directo con las dificultades de establecer relaciones interpersonales, la marcada ausencia de empatía, entre otros, sin dejar de lado las murmuraciones, el constante miedo a ser insultado, acosado o amenazado verbalmente, ideas y sentimientos suicidas, temor a ser avergonzado, miedo a ser acosado, amenazado o agredido físicamente y así una serie de aspectos psicológicos que impactan directamente en la población que vive con VIH/VIH avanzado.


Desde un punto de vista más holístico debe haber una labor enfocada al reconocimiento y gestión de emociones, y las partes que la conforman como; conocimiento emocional, competencias emocionales, valores y creencias del coeficiente emocional, habilidades aplicadas efectivamente de manera personal y social. Se busca un equilibrio entre los sucesos del ambiente actual y las competencias emocionales, para un bienestar controlado por la persona con VIH/ VIH avanzado. De esta forma el proceso de atención tiene como objetivo principal el servir para organizar la intervención de los primeros auxilios psicológicos y ofrecer directrices de actuación que faciliten el trabajo y el tratamiento personal de quienes hoy por hoy son personas con VIH/VIH avanzado en El Salvador.


1.2 ENUNCIADO DEL PROBLEMA

¿Qué áreas de la inteligencia emocional se ven afectadas en personas con VIH/VIH avanzado de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador, durante el año 2014?


1.3 JUSTIFICACIÓN DE LA INVESTIGACIÓN

Desde que la epidemia del VIH llegó a El Salvador en octubre de 1984, 30,064 personas han sido diagnosticadas con VIH. La marca de los 30,000 casos fue superada en el último mes de junio, con los nuevos que se identificaron a través de las 115,911 pruebas que se realizaron el día Nacional de la Toma de Prueba de VIH, el pasado 28 de junio del 2013. De total de muestras, 182 fueron confirmados como casos positivos nuevos, según estadísticas de CONASIDA (Comisión Nacional contra el SIDA) con MINSAL (Ministerio de Salud).


En la actualidad, sabemos el gran impacto psicosocial y emocional de un diagnostico positivo de VIH para los pacientes, experiencia impactante, entre otras, que si no se superan pueden generar un trauma psicológico. Un suceso de enfermedad conlleva un impacto psicológico en función de los pensamientos, emociones e incluso relaciones con los demás, así como también en la familia o las personas cercanas a la persona con VIH.


Psicólogos se han interesado en cuestiones de salud desde los primeros años del siglo XX (Rodin y Stone, 1987; Stone, 1977), así como disciplinas de la psicología (clínica, social, experimental, fisiológica), con un interés común en el abordaje de la salud. Después de Matarazzo (Psicología de la Salud, 1979) y con la aparición de la Psicología Positiva (Asociación Americana de Psicología, 1988), se inició a considerar la incidencia de la reacción social y emocional ante la aparición de la enfermedad, ya que la experiencia cotidiana pone en evidencia dicha reacción, en la afectación orgánica y el resultado del tratamiento. Así, el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad crónica, impacta a la persona y a su entorno afectivo inmediato.


Es difícil pensar en un suceso de enfermedad sin un impacto emocional aparejado; según, Sarafino, (Health Psycology, 2002), las emociones son sentimientos subjetivos que afectan y que puede influir en el funcionamiento fisiológico y en la manera en cómo se piensa y se actúa. Algunas de las emociones pueden ser de naturaleza positiva, como el afecto y la alegría, otras negativas, como el miedo, la angustia o la tristeza entre otras. Una persona con emociones positivas tienen más probabilidades de aceptar y llevar a cabo un tratamiento que beneficie su salud, así como sobreponerse a la enfermedad, a diferencia de alguien que prioriza las emociones negativas.


De esta manera, hay numerosas variables relacionadas a los sucesos que pueden influir de manera positiva o negativa en el curso de la enfermedad o en su manejo. Rache (1974) señala que existe cinco aspectos que deben considerarse al momento de revisar los sucesos vitales: 1) la experiencia pasada, esto es, como se ha manejado la persona antes de los sucesos estresantes; 2) las defensas psicológicas, o sea, la habilidad de las personas para lidiar con los sucesos estresantes; 3) las reacciones físicas ante los estresores; 4) las habilidades de afrontamiento para atenuar o compensar las reacciones físicas, y 5) la conducta de enfermedad, es decir, como se interpretan los síntomas y como se decide la persona a buscar ayuda.


La cuestión de las necesidades y problemas psicológicos en personas que sufren de un diagnóstico de VIH, ocupa el interés de múltiples estudios. En ésta investigación es de interés, estudiar e investigar qué áreas de la inteligencia emocional se ven afectadas en personas con VIH, y su efecto de la enfermedad que repercute en áreas: emocional personal, y social. En particular el papel que juegan las emociones en la vida de la persona con diagnóstico de VIH, ya siendo de forma positiva o negativa inciden en la salud, y en el bienestar físico y mental, aumentándolo o reduciéndolo.


La importancia del proyecto de investigación es, ya conociendo de manera general que las personas con VIH, tanto en sus fases iniciales como en la fase terminal (donde aparece el VIH Avanzado), como bien lo señala un estudio en Monterrey, México con personas con VIH-SIDA en los meses de julio a diciembre del 2012: “Los aspectos psicológicos, físicos, sociales, y existenciales se ven claramente alterados, con repercusiones negativas para la salud, el bienestar y su calidad de vida”; Al poder conocer el estado en el que se encuentra su EQ (Coeficiente Emocional), se proseguirá a la elaboración de un programa participativo que fortalezca las mismas áreas de la inteligencia emocional evaluadas; basado en cómo algunos autores han abordado el VIH, destacando la importancia de desarrollar habilidades en estas personas que permitan mejorar su adaptación a la “condición permanente” a la que se enfrentan con el fin de mejorar su calidad de vida. Para esto requieren por supuesto de una mejor estructuración consciente de su Inteligencia Emocional (IE).


Así, las personas con menor desarrollo de su IE, son más propensas a sufrir emociones negativas como el estrés, la depresión, la ira, la ansiedad, entre otras. Estas emociones negativas debilitan la eficacia de las células inmunológicas y están relacionadas con el descenso de dicha actividad, manifestada por una disminución de la respuesta de linfocitos ante diferentes mitogenos, así como una menor cantidad de células T.B. o linfocitos granulares en sangre. En cambio una buena y adecuada estructuración de la Inteligencia Emocional provee emociones positivas que producirán un impacto favorable en el sistema inmunológico. En el caso de las personas que viven con VIH, en el desarrollo de la IE puede prevenir un diagnostico precoz del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH Avanzado), a la vez que favorece adecuados niveles de autoestima, estados anímicos positivos, y una mejor satisfacción con la propia vida.


En resumen, como proyecto sin precedente y vanguardista, se pretende beneficiar a través de una muestra representativa de personas con VIH, que teniendo un diagnostico confirmado, sea un diagnostico antiguo, (refiriéndose, a vivir con un diagnostico seropositivo confirmado de un año en adelante), estas personas, hombres y mujeres sean miembros de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador, durante el año 2014; Al conocer el estado actual de su inteligencia emocional, se procederá a elaborar un programa de carácter participativo que ayude a fortalecer el área emocional de las personas con VIH, a manera que adquieran un papel central en el autocuido y automanejo de sus emociones y enfermedad. Fortalecer el EQ, se refiere a hacer frente a todo aquello que se construye y se asume ante un problema que impide obtener un mayor bienestar, un mejor apoyo; bienestar del individuo, dotándoles de recursos inicialmente personales que le ayuden a mitigar o disminuir el efecto negativo de todas estas situaciones sobre su salud. Supervisando sus emociones para orientar la acción y el pensamiento propio; un Coeficiente emocional adecuado para que pueda mejorar su calidad de vida para sí mismo, y las personas que le rodean, rompiendo perjuicios sociales, con el aprendizaje consciente y el uso de la gestión de emociones positivas para sí mismo, y el resto de la personas en contacto, habilidades sociales como empatía, asertividad, autocontrol, reconocimiento y gestión de emociones para el establecimiento de acuerdos eficientes y eficaces.


1.4 OBJETIVOS DE INVESTIGACION

General:

  • Investigar qué áreas de la Inteligencia Emocional se ven afectadas en personas con VIH ó VIH Avanzado de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador, durante el año 2014.

Específicos:

  • Establecer el coeficiente emocional que las personas con VIH ó VIH Avanzado desarrollan y/o mantienen al vivir un diagnostico positivo.

  • Identificar la calidad de vida y bienestar de las personas con VIH ó VIH Avanzado, a través del papel central de la inteligencia emocional aplicada en su vida personal y social.

  • Detallar el estado general de la población en las áreas de la inteligencia emocional evaluadas (ambiente actual, conocimiento emocional, competencias emocionales, y creencias y valores); y cotejar las áreas que requieren de mayor refuerzo emocional a través del programa participativo de Inteligencia Emocional.

  • Elaborar en base a los resultados un programa de carácter participativo que refuerce el recurso emocional de la población, dotándole de herramientas, información y, actividades personales y sociales que ayuden a mitigar el efecto negativo en relación a la salud.

1.5 DELIMITACIÓN

Es de gran importancia reconocer la presión a la que son sometidas las personas con VIH ó VIH Avanzado, ya que es una enfermedad que va asociada a repercusiones físicas, sociales y psicológicas; donde la reacción que puede ocasionar un diagnostico positivo desencadena una serie de cambios no solo a nivel orgánico, sino emocional y en la adecuación a un tratamiento farmacológico.


QUIENES: formaron parte del proyecto de investigación fue una muestra representativa de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador.

CANTIDAD: la cantidad de sujetos que fueron parte del proyecto fue un total de 45 personas con diagnostico VIH/ VIH Avanzado positivo.

COMO: para llevar a cabo esta investigación se utilizó diferentes métodos para recolectar información, como por ejemplo: análisis de estudios teóricos, métodos de observación, cuestionario sobre VIH/VIH Avanzado, e instrumentos para la medición del coeficiente emocional.


DELIMITACIÓN SOCIAL

El universo o población con la que se desarrolló el proyecto de investigación son hombres y mujeres mayores de 18 años de edad, que poseen un diagnostico positivo de VIH/ VIH Avanzado.

Este trabajo de campo, recopiló, analizó y elaboró un programa de intervención participativo encaminado al fortalecimiento de la inteligencia emocional de las personas que viven con VIH/VIH Avanzado en El Salvador, a través del estudio de una muestra significativa de miembros de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador; y de esta manera prevenir que esta área afecte directamente su aplicación de IE y calidad de vida.


DELIMITACIÓN ESPACIAL

Dentro de la población que se delimitó para la realización del proyecto de investigación es importante tomar en cuenta cuales deben ser sus características sociales, de las cuales pueden delimitarse algunas como:

-Personas viviendo con un Diagnostico de VIH positivo antiguo.

-Formar parte de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador, la cual está ubicada en la siguiente Dirección: 13 Avenida Norte # 244 entre 1a y 3a Calle poniente Distrito Centro Histórico San Salvador, El Salvador, C.A.

-Haber presentado dentro de su sintomatología variables psicosociales significativas como ansiedad, miedo, frustración, intento de suicidio, baja autoestima, estigmatización, delirios de persecución, aislamiento social o autoaislamiento, violencia, entre otras.

-Haber asumido con responsabilidad su situación actual, tomando las medidas necesarias para proteger a otras personas de una posible infección y protegiéndose a sí mismo de una reinfección.


DELIMITACIÓN TEMPORAL

La investigación se situó en un periodo de aproximadamente nueve meses, obteniendo la recolección de datos a partir del sexto mes, y finalizando con la elaboración y entrega a la Organización involucradas de un plan de intervención (Programa de Educación Emocional) en los últimos meses de la mencionada investigación. Siendo efectiva durante este año 2014.


1.6 ALCANCES

Los alcances del proyecto:

1) El proyecto de investigación fue conocido por la población universitaria a través de su defensa, y presentación a las entidades responsables de la biblioteca universitaria. Además de ser de conocimiento para la Fundación ICW Capitulo El Salvador, tras su entrega a la Institución.

2) El estudio de investigación consolida un documento que contiene la información sobre la problemática de Inteligencia Emocional en personas con VIH en El Salvador.

3) Concluyó con un programa de Educación Emocional, y su validación a través de psicólogos jueces, con la finalidad de generar un cambio en la reestructuración de la inteligencia emocional en las personas con VIH.


1.7 LIMITACIONES

Limitaciones del proyecto:

1) La dificultad para proporcionar la información de parte de los sujetos en cuestión, siendo un tema delicado e íntimo para la población.

2) Las limitantes legales del medio donde se recolecte la información y en general se realice el proyecto.

3) Poca apertura de las Instituciones en Tema de VIH, para acceder a las Instalaciones y los grupos de apoyo.

4) Déficit en la financiación de Programas de índole Psicologico y Emocional, por parte de los responsables de las Instituciones en Tema de VIH en El Salvador.


FACTIBILIDAD

Para la realización del diagnóstico se dispuso de la población necesaria acorde a la muestra seleccionada para la realización del proceso, además de tres facilitadores egresados de la carrera en Psicología para la implementación de las Jornadas Psicológicas, las cuales fueron el preámbulo para la aplicación de los instrumentos de Recolección de Datos (Guías de observación, Cuestionario sobre VIH/VIH Avanzado, y Cuestionario CE).


El proyecto contó con el apoyo de la Directora de ICW El Salvador, Guadalupe de Castaneda quien dió su total apoyo y aprobación al proceso Diagnostico que se realizó en dicha ONG, además de apoyar brindando el espacio físico, el recurso audiovisual necesario, y la motivación hacia los grupos de apoyo frente la participación del Proyecto de Inteligencia Emocional en personas con VIH/VIH Avanzado, habiendo explicado las fases, y objetivos del mismo, dicha conexión es lograda con el apoyo en intervención del Lic. Adiel Molina (Psicólogo en tema de VIH), quien proporciona el enlace con la Directora de ICW El Salvador.

Para la realización de la Fase Diagnóstico, fase esencial para la Elaboración de la Propuesta del Programa de Educación Emocional se utilizó recursos materiales, didácticos y financieros los cuales fueron solventados por el grupo de Investigación.


CAPITULO II:

FUNDAMENTACIÓN

TEÓRICA



EL VIRUS DE INMUNODEFICIENCIA HUMANA

2.1.1 ANTECEDENTES DEL VIH/VIH AVANZADO EN EL MUNDO Y EN EL SALVADOR

ANTECEDENTES DEL VIH/VIH AVANZADO EN EL MUNDO

El SIDA no fue descubierto hasta principios de la década de los 80 cuando médicos estadounidenses empezaron a observar que había grupos de pacientes con enfermedades muy poco comunes. Los primeros casos se detectaron entre homosexuales de Nueva York y California. Estas personas padecían enfermedades como el sarcoma de Kaposi.


Posteriormente, la enfermedad empezó a conocerse como “La Peste Rosa” asociando la aparición de manchas rosas en la piel, con una tendencia homosexual de la mayoría de estos primeros casos. De forma errónea, se extendió esta idea, aunque ya había constancia de otros afectados que también padecían la enfermedad como inmigrantes, receptores de transfusiones sanguíneas, personas que se inyectaban drogas y, mujeres heterosexuales. Es en 1984 se empezó a considerar la enfermedad como epidemia, basándose en el estudio realizado a un grupo de personas contagiadas, que habían tenido parejas en común, extrayendo así patrones que lo demostraban.


Los científicos consideran que la enfermedad llegó inicialmente a los seres humanos a través de chimpancés salvajes que viven en África central. La región más afectada por la enfermedad es el África subsahariana donde se registran 2 de 3 de los casos totales de VIH y casi el 75% de muertes de VIH Avanzado. Las tasas de infección varían pero son los países del sur de África los más afectados. En Sudáfrica se estima que el 29 % de las mujeres embarazadas tienen el VIH. La tasa de infección en la población adulta de Zimbabue es superior al 20% mientras que en Suazilandia un tercio de la población adulta es seropositivo. Entre las causas principales de esta pesadilla del VIH Avanzado en África se han resaltado la pobreza, la promiscuidad y unos sistemas sanitarios y educativos inadecuados.


ANTECEDENTES DEL VIH/VIH AVANZADO EN EL SALVADOR

En el año 1,985 en el Hospital Rosales se diagnosticó el primer caso de “VIH Avanzado”. “Era un caso importado”, recuerda el infectólogo Jorge Panameño, para referirse a un salvadoreño recién llegado de los Estados Unidos. En efecto, como recogía El Diario de Hoy en su edición del 30 de octubre, se trataba de un homosexual de 33 años que había sido violado en el país del norte. Lejos de ser un especialista quien descubrió la enfermedad fue un médico residente de tercer año llamado Milton Domínguez.


El caso despertó gran expectación entre la comunidad médica del hospital más preparado del país. El VIH Avanzado, en aquel entonces, era una enfermedad recién bautizada, más propia de países desarrollados y vinculada a personas que tenían relaciones homosexuales. El paciente murió semanas después de su ingreso y la severidad de la infección era tal que perdió 20 libras de peso en menos de una semana. El Salvador fue el último país de la región en confirmar un caso de VIH Avanzado. Tal era el temor que en un país centroamericano (no citado), las autoridades expulsaron a todos los trabajadores del sexo de origen caribeño. Por supuesto no existía aún la prueba Elisa para la detección del virus. La solución de entonces fue mandar la sangre a Estados Unidos para analizarla y pedir ayuda a la Cruz Roja Internacional.


A partir de 1999, USAID El Salvador incorporó un componente relacionado con el

VIH Avanzado en su actividad bilateral “Salvadoreños saludables”. Hasta la fecha, la asistencia técnica y las actividades contra el VIH/ VIH Avanzado patrocinadas por USAID en El Salvador han apoyado:

1. El desarrollo del Programa Nacional contra el VIH/ VIH Avanzado;

2. El desarrollo de protocolos de tratamiento para el VIH/ VIH Avanzado, y de normas para las ITS;

3. La capacitación del personal del sector público y privado para el asesoramiento en asuntos relacionados con VIH/ VIH Avanzado, tratamiento de ITS y atención de pacientes de pediatría con VIH/ VIH Avanzado; y

4. La introducción de una línea telefónica VIH/ VIH Avanzado directa. En El Salvador se estimó para el año 2013, según un estudio de FUNDASIDA que la cifra de casos de transmisión de VIH/VIH Avanzado sigue en alza, ya que en ese mismo año se registro 17,645 casos transmisión detectados en hombres y 10,597 casos en mujeres. La entidad también informó que los departamentos con mayor índice de infección son San Salvador con 12,383 casos, Sonsonate con 1,983, La Libertad con 1,828, La Paz con 1,107 y San Miguel con 1,038 casos. Se estima un promedio de 28,242 casos a nivel nacional, destacando que hay 19,341 personas infectadas con el Virus de Inmunodeficiencia humana (VIH) y 8,901 VIH Avanzado.


2.1.2 HIPOTESIS SOBRE EL ORIGEN DEL VIH/VIH AVANZADO)

El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) al ser descubierto se consideró como el agente de la naciente epidemia de VIH AVANZADO, por el equipo de Luc Montagnier en Francia en 1983. El virus produce una condición de inmunodeficiencia en el organismo, y cuando este no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada contra infecciones comunes entra en la etapa del VIH Avanzado. Con el origen del VIH surgieron diversas hipótesis:


HIPÓTESIS 1: El virus proviene de otro muy parecido (virus de inmunodeficiencia en simios o SIV) que se encuentra en la sangre de los monos verdes, monos mangabey y algunas especies de chimpancés de África. El mecanismo de contagio es por contacto de la sangre del mono con la sangre humana. A través de estudios por computadora realizados en el Laboratorio Nacional de los Álamos en Nuevo México (EE.UU.), Korber y su equipo presuntamente recompusieron las mutaciones que ha sufrido el VIH para calcular cuando paso el SIV de los chimpancés al hombre por primera vez; la cual afirma que el origen del SIDA viene desde la década de los años 30.


HIPÓTESIS 2: El virus fue creado por el hombre con el fin de producir un arma biológica, el cual escapo del control originando la epidemia. En los años 80 esta solía ser una versión publicada en medios internacionales, y ha sido combustible para las teorías de conspiración.

HIPÓTESIS 3: El virus fue producido a través de una mutación con otra partícula viral infectante.


HIPÓTESIS 4: El virus fue introducido a la población humana iatrogénicamente:

1. OPV–HIV: El VIH – 1 se introdujo a la raza humana a partir de las vacunas contra la poliomielitis contaminada aplicada en África en los años 50.

2. El VIH fue desatado por vacunas contra la hepatitis B (HB) desarrollada parcialmente en chimpancés y utilizada de manera preventiva en hombres homosexuales y negros Africanos en la década de los 70.


HIPÓTESIS 5: El Dr. Horowitz, determino que las riesgosas pruebas piloto con la vacuna de Hepatitis B, complementaron el desarrollo del virus en los chimpancés cuya contaminación por retrovirus relacionados con VIH eran de conocimiento común.

HIPÓTESIS 6: Un científico ruso de nombre Jakob Segal afirmó hace ya varios años que el Profesor Robert Gallo cruzó el virus Visna, una patología cerebral del ganado ovino que no se contagia al ser humano, con el HTLV-I, una forma de leucemia que ataca a las células T y raramente resulta fatal. Según sus conclusiones, El genoma del VIH es idéntico al del visna, mucho más parecido a éste que a cualquier otro retrovirus conocido hasta en un 90%, y el porcentaje diferencial corresponde con exactitud a un fragmento genético del HTLV-I. Sin embargo, investigaciones hechas después de esta teoría demuestran que el HIV es más cercano al SIV (virus de inmunodeficiencia en simios) que a cualquier otro virus.


2.1.3 IMPACTO DEL VIH/VIH AVANZADO EN EL SALVADOR

El Salvador ocupa el tercer lugar de Centroamérica, en cuanto a la mayor cantidad de personas con VIH, solo detrás de Honduras y Guatemala. Con el registro de 29,778 salvadoreños infectados, el país mantiene una prevalencia de menos del 1% en toda la población. Sin embargo, en las comunidades más vulnerables y víctimas de discriminación la epidemia se ha concentrado alcanzando hasta un 23% de prevalencia en el sector de mujeres transgénero y 10% en los hombres que tienen sexo con hombres.


Las personas con VIH tienen temor a ser blanco de murmuraciones, de insultos y agresiones verbales o físicas, reveló el primer estudio[7] en América Latina sobre el estigma y discriminación de quienes padecen esta enfermedad elaborado y difundido en El Salvador. “El mayor porcentaje de estigma y discriminación se manifiesta por cuatro principales vías: murmuraciones, acoso físico, agresión física e insultos”.


De ahí parte la situación problemática que indica según la investigación y el documento “El Salvador: Estudio de estigma y discriminación de las personas con VIH”, difundido por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); 47,8% de los 688 consultados para esta investigación, admitió que tiene temor a las murmuraciones. Otro 37,1% dijo temer que alguien no quiera tener una relación sexual con él o ella, y 33,6% es temeroso a ser insultado, acosado o amenazado verbalmente. Mientras que 25,4% admitió que siente miedo a ser acosado, amenazado o agredido físicamente y 24,1% a ser agredido físicamente. El estudio, que consultó a personas mayores de edad que reciben atención médica en once centros hospitalarios en El Salvador, señaló que 48,4% se culpa a sí mismo, 44,5% se siente culpable; 35,8% dijo sentirse muy avergonzado, y 16,6% tiene sentimientos suicidas, entre otros.


La investigación detectó entre las formas de autoexclusión, la decisión del 67,2% de los consultados de no tener descendencia, del 34% que prefiere no tener relaciones sexuales, mientras que 33,3% decidió no contraer matrimonio y 26,9% se ha aislado de su familia y amistades o ha decidido no asistir a reuniones sociales. El 15% aseguró haber sufrido exclusión social, 11,9% religiosa y 10,2% familiar. En cuanto al aspecto laboral, 19,4% afirmó que ha perdido su trabajo u otra fuente de ingreso, y 20,4% ha cambiado de trabajo o se le ha negado un ascenso.


Ante la prueba para detectar el VIH, 74,9% dijo que se la practicó voluntariamente, 15,3% se le hizo sin su consentimiento, 7,2% bajo presión y a 2,7% se le forzó. En cuanto a las razones de las estigmatización o discriminación se identificaron: las personas no comprenden cómo se transmite el VIH (32,9); temor a contagiarse (29,6); el VIH es algo vergonzoso (21,8), entre otras. La investigación fue la primera de este tipo realizada en América Latina, después de un estudio piloto elaborado en República Dominicana; según fuentes del PNUD (2010).


2.1.4 ASPECTOS GENERALES DEL VIH/ VIH AVANZADO

¿Qué es el VIH? Virus de la inmunodeficiencia humana, virus que infecta al organismo atacando al sistema inmune.

Virus - Un virus sólo puede reproducirse a sí mismo al hacerse cargo de una célula en el cuerpo de su huésped.

Inmunodeficiencia - El VIH debilita el sistema inmunológico mediante la destrucción de células importantes que combaten enfermedades e infecciones. El "deficiente" sistema inmunológico no puede proteger a la persona de otras infecciones y/o enfermedades como el cáncer.

Humana - Este virus en particular sólo puede infectar a los seres humanos.

¿Qué es el SIDA (VIH Avanzado)? Síndrome de inmunodeficiencia humana. La inmunodeficiencia es un estado del cuerpo en el que éste no tiene defensas ante los gérmenes tanto del exterior (gérmenes exógenos) como del interior (flora saprofita), siendo fácil sufrir infección al no poder defender el sistema inmunitario.

Síndrome - Un síndrome es un conjunto de síntomas y signos de la enfermedad. VIH Avanzado es un síndrome, en lugar de una sola enfermedad, debido a que es una enfermedad compleja con una amplia gama de complicaciones y síntomas.

Inmuno - El sistema inmunológico del cuerpo incluye todos los órganos y células que trabajan para combatir la infección o la enfermedad.

Deficiencia – La persona desarrolla VIH Avanzado cuando su sistema inmunológico es "deficiente", o no funciona como debería.

Adquirida - VIH Avanzado no es algo que se hereda naturalmente de los padres.

¿Qué es la carga viral? Es el número de copias de ese virus que tiene un paciente. Cuanto mayor sea, más probabilidad de desarrollar el VIH Avanzado, con todas sus complicaciones, porque hay un exceso de VIH y no se puede defender bien. Es importante medir la cantidad de linfocitos CD4 que se tiene, pues a mayor número de linfocitos CD4, más probabilidades se tiene de controlar al VIH y evitar que se multiplique en exceso y se desarrolle el VIH Avanzado.


Los antirretrovirales son los fármacos que se emplean en la actualidad, los hay de diversos tipos, cada uno de ellos inhiben un determinado paso del proceso de infección: los que inhiben la fusión (cuando el VIH se pega al linfocito para penetrar en su interior), los que inhiben las enzimas que ayudan al paso de ARN a ADN, etc. Ser seropositivo no es lo mismo que tener VIH Avanzado, ser seropositivo indica que se tiene el virus en el organismo, tener VIH Avanzado indica que se manifiesta y que está provocando una situación de inmunodeficiencia generalizada que favorece el ataque de gérmenes que habitualmente se tienen a raya.


2.1.4.1 MANIFESTACIÓN Y EVOLUCIÓN DEL VIH/VIH AVANZADO

Uno de los problemas que presentan los síntomas del VIH/ VIH Avanzado) es que al principio son comunes a otras patologías: gripe, fiebre, dolores corporales, malestar general, manchas rojas, aumento de tamaño de los ganglios. Más tarde, pueden presentarse las infecciones oportunistas, que pueden ser de sintomatología muy diversa según haya avanzado el deterioro del sistema inmunológico.


El tiempo que toma el desarrollo de la enfermedad en cada persona es muy variado. Sin embargo, en la mayoría de las personas, la enfermedad se desarrolla lentamente, pues la inmunodeficiencia severa no sucede hasta varios años después de la infección. Para el común de la gente, los síntomas de las infecciones oportunistas no aparecen sino hasta dentro de unos diez años después de la infección inicial. La línea progresiva que ofrecemos a continuación representa la experiencia de muchas personas VIH positivas:

1. Infección: El VIH entra a la corriente sanguínea e infecta las células T (o células CD4), que son parte del sistema inmunológico. Las personas con VIH son consideradas portadoras del virus inmediatamente después de su infección. Aunque no se sabe con certeza hasta qué punto pueden tener la capacidad de trasmitir el virus, algunos estudios sugieren que esta capacidad varía con el tiempo. Las personas con VIH pueden trasmitirle el virus a otras, independientemente del tiempo que hayan tenido el virus. No se necesita tener síntomas o verse enfermo para tener el VIH.


2. Infección aguda: Cerca del 70% de la gente tiene síntomas fuertes durante su seroconversión (el momento en que el cuerpo comienza a producir los anticuerpos contra el virus) parecidos a los de la gripe. Estos síntomas, que duran algunos días, pueden incluir fiebre, dolor de cuerpo y escalofríos, sudoración nocturna y salpullidos o erupciones de la piel. No son los síntomas de un resfriado común, sino que se parecen a los de una gripe fuerte. El resto de la gente con VIH no sufre estos síntomas iniciales de "infección aguda", o los síntomas son tan leves que no se dan cuent

Los síntomas de esta infección pueden confundirse con los síntomas de otras enfermedades. Por ejemplo, si una persona tuvo actividades de riesgo hace unos días y ahora tiene estos síntomas, es posible que los síntomas fueran de esta infección reciente con VIH, es también probable que la persona haya contraído el VIH y que tenga alguna otra infección. El desarrollo de los primeros síntomas puede darse entre 5 y 30 días después de la exposición al virus. Estos síntomas son propios de una fuerte gripe: fiebre, dolor de cabeza, sudoración nocturna, fatiga e inflamación de ganglios linfáticos. También pueden manifestarse salpullidos, descenso de peso, pérdida de memoria a corto plazo, infecciones bucales y erupciones en la piel.


Las mujeres con VIH pueden experimentar otros síntomas de difícil tratamiento; la mayoría de ellas son infecciones vaginales, como, por ejemplo, gonorrea, candidiasis o tricomaniosis. También existen infecciones del virus del papiloma humano, que pueden ocasionar verrugas genitales y provocar cáncer cervical. Pueden darse además enfermedades pélvicas inflamatorias o infecciones en los órganos reproductivos femeninos, así como problemas con el ciclo menstrual.


3. Conversión: Este término se refiere al momento en que el cuerpo comienza a producir los anticuerpos contra el virus. Aproximadamente, el 97% de las personas que tienen el VIH desarrolla los anticuerpos dentro de los primeros 3 meses de la infección. El resto desarrolla los anticuerpos dentro de los primeros 6 meses. El VIH consigue debilitar lo suficiente al sistema inmunológico como para que las infecciones oportunistas puedan entrar a generar enfermedades.

Los síntomas más comunes de infecciones oportunistas son tos, falta de respiración, convulsiones, falta de coordinación, dificultad o dolor al tragar, diarrea severa y persistente, fiebre, pérdida de visión, nauseas, calambres abdominales, vomito, pérdida de peso, fatiga extrema, dolores de cabeza severos, confusión, pérdida de memoria y coma.


4. Deterioro del Sistema Inmunológico: En la mayoría de los casos en que no hay una intervención con un tratamiento, el virus parece dañar lentamente al sistema inmunológico durante años después de la infección (tal vez porque el cuerpo es capaz de combatirlo durante este tiempo). Más adelante, sin embargo, suele ocurrir un rápido deterioro del sistema inmunológico y el virus se reproduce más activamente. Las personas con VIH deben ver a un doctor para que éste pueda monitorear sus sistemas inmunológicos. Al hacerse exámenes de laboratorio (como los conteos de células T) y observar la variación de los resultados con el tiempo, pueden tener una mejor idea sobre posibilidades de tratamientos y cambios de tratamientos. Para muchas enfermedades, pueden comenzar a tomar un tratamiento preventivo aún antes de desarrollar síntomas. Este concepto se conoce como "cuidado temprano" y "profilaxis". La idea es que si se ofrece tratamiento a personas que aún no tienen síntomas, tendrán más posibilidades de mantenerse saludables y con mejor calidad de vida.


Síntomas leves y no específicos

Una vez que el sistema inmunológico ha sido dañado, muchas personas comienzan a experimentar algunos síntomas leves (salpullidos en la piel, fatiga, pequeñas pérdidas de peso, transpiración nocturna, etc.). Casi todas las personas con VIH, si no todas, experimentarán síntomas leves como éstos antes de desarrollar enfermedades más serias. Aunque el pronóstico varía mucho según el acceso que se tenga a apoyos, servicios y tratamientos preventivos, en general se considera que una persona normal tarda de siete a diez años en empezar a notar los primeros síntomas.


Síntomas más graves / Enfermedades e infecciones oportunistas

Cuando el daño al sistema inmunológico es más severo, las personas experimentan infecciones oportunistas (llamadas así porque son causadas por organismos que no producen enfermedades en personas con un sistema inmunológico normal, pero aprovechan la "oportunidad" de manifestarse en las personas afectadas por el VIH). La mayoría de estas enfermedades y afecciones más graves entran dentro de la definición de Sida que aprobaron los CDC (Centros de Control y Prevención de Enfermedades). Un diagnóstico de VIH/VIH AVANZADO no significa necesariamente que la persona morirá pronto. Algunas personas han vivido varios años después de su diagnóstico, pero es importante que la gente que está en esta etapa de la enfermedad reciba cuidado médico adecuado.


Fase intermedia o crónica: esta fase tiene una duración variable, que se estima en varios años, y en ella persiste la proliferación viral, aunque a bajo nivel. Los pacientes suelen ser asintomáticos, con adenopatías o sin ellas, cifra baja de plaquetas y mínimos trastornos neurológicos.

Fase final, de crisis o de VIH AVANZADO: coincide con una profunda alteración del estado general de la persona, aparición de graves infecciones oportunistas y alteraciones neurológicas: Coincide clínicamente con una profunda alteración del estado general del paciente, aparición de graves infecciones oportunistas, ciertas neoplasias y alteraciones neurológicas. Es el momento en el que se considera que la persona con VIH pasa a VIH AVANZADO.


2.1.5 MECANISMOS DE TRANSMISIÓN DEL VIH

El VIH sólo se puede transmitir a través del contacto entre fluidos corporales que poseen una alta concentración viral. El virus no se transmite de manera casual. De acuerdo con los CDC de Estados Unidos, no se han encontrado casos en que abrazos, besos secos o saludos con las manos hayan sido causantes de infección. El virus ha sido aislado en la saliva, las lágrimas y la orina, el semen, el líquido preseminal, los fluidos vaginales, el líquido amniótico, la leche materna, el líquido cefalorraquídeo y la sangre, entre otros fluidos corporales humanos.


A) TRANSMISIÓN SEXUAL: El medio más común de transmisión del VIH, siguen siendo las relaciones sexuales sin protección con una persona infectada. En los países donde la epidemia es de bajo nivel (es decir, lugares en que la prevalencia del VIH es inferior al 1% en la población general), la transmisión está a menudo vinculada a las relaciones sexuales de riesgo en el contexto de la prostitución o entre hombres, mientras que en las epidemias generalizadas (es decir, entornos en que la prevalencia del VIH en la población general adulta es superior al 1%), las relaciones sexuales con parejas múltiples, en las que se hace un uso escaso e irregular del preservativo, bastan para que se siga propagando la epidemia (aunque las subpoblaciones que corren más riesgo de contraer el virus podrían seguir contribuyendo de modo desmesurado a su propagación.


Datos procedentes de todo el mundo indican que existen múltiples factores que contribuyen al arranque de una epidemia de VIH de transmisión sexual o a impulsarla a niveles superiores:

1. Factores sociales y de comportamiento:

Dentro de los cuales pueden mencionarse los siguientes: Uso escaso o nulo de preservativos, gran proporción de la población adulta con múltiples parejas, relaciones sexuales superpuestas: las personas son altamente infecciosas cuando han contraído el VIH recientemente, de modo que tienen mayores probabilidades de infectar a sus parejas concomitantes, grandes redes sexuales, formadas a menudo por individuos que se desplazan continuamente entre el hogar y un lugar de trabajo remoto, diversidad de edades, habitualmente entre niñas o mujeres jóvenes y varones de mayor edad, dependencia económica de las mujeres del matrimonio o la prostitución, lo que les impide controlar las circunstancias o la seguridad de las relaciones sexuales.


2. Factores biológicos:

Mencionando los siguientes: Tasas elevadas de infecciones de transmisión sexual, especialmente las que causan úlceras genitales, tasas bajas de circuncisión masculina, carga vírica elevada. Los niveles del VIH en el torrente sanguíneo suelen ser máximos cuando la persona acaba de contraer la infección y, de nuevo, en las etapas tardías de la enfermedad.

B) TRANSMISIÓN PARENTERAL O SANGUÍNEA: Esta transmisión posee características fundamentales: La transmisión del VIH por la sangre es, en la actualidad, el principal modo de transmisión del VIH Avanzado en todos los países desarrollados, ya que la mayoría de portadores de anticuerpos del VIH son UDVP. Las jeringuillas y agujas contaminadas que son compartidas pueden transmitir el VIH; además, los objetos que se utilizan para la preparación de la droga también pueden estar contaminados, la transmisión del VIH por transfusiones o inyecciones de productos derivados de la sangre es en la actualidad, casi nula ya que desde 1.987 existe la obligatoriedad de detectar anticuerpos anti-VIH en todas las muestras de sangre y para estos fines sólo se utilizan muestras que son seronegativas, los elementos de cuidado corporal (tijeras, hojas de afeitar, cepillo dental, pinzas, etc.) presentan un riesgo teórico de transmisión del VIH ya que pueden entrar en contacto con la sangre. Su empleo exige la limpieza con una solución desinfectante o su calentamiento.


C) TRANSMISIÓN VERTICAL (MADRE-HIJO): La vía de transmisión vertical constituye en la actualidad el principal mecanismo de infección del VIH en la edad pediátrica y puede ocurrir durante el embarazo, el parto o la lactancia. El 10% de los casos de infección vertical ocurren antes del tercer trimestre y el 75% en las etapas finales de la gestación o en el parto y entre 10-15% pueden acontecer durante la lactancia materna Sin aplicar ninguna medida profiláctica, la tasa de transmisión vertical es del 15-30% pero con el uso de la terapia antirretroviral en la madre durante el embarazo, el parto y en las primeras 4 semanas de vida del niño, junto a la posibilidad de cesárea electiva, la probabilidad de contagio madrehijo se ha reducido a 2%.


La transmisión vertical de la infección por el VIH entre madre e hijo puede producirse a tres niveles:

1 Transmisión Prenatal: el VIH es capaz de atravesar la placenta e infectar al feto. Esto puede suceder a partir de la octava semana de gestación; sin embargo, es mucho más frecuente que ocurra en las últimas semanas, concretamente en los últimos 60 días del embarazo.

2 Transmisión Perinatal: el recién nacido es capaz de infectarse al final de la gestación y en el parto. El mecanismo de esta infección parece ser a través de las secreciones vaginales o sangre de la madre infectada por vía ascendente, que se favorece muy eficazmente por las contracciones uterinas preparto. Este hecho se ha documentado en el Registro Internacional de Gemelos nacidos de madres infectadas, en el cual el primer gemelo se infecta con una frecuencia tres veces mayor que el segundo, debido a que está más en contacto con las secreciones maternas y realiza el mecanismo de arrastre. Esto se cumple tanto si el nacimiento es por vía vaginal o por cesárea. Actualmente está del todo confirmado y documentado que la cesárea electiva antes de que se inicie el trabajo del parto, reduce el riesgo de transmisión vertical de la infección por el VIH.

3 Transmisión Postnatal: el VIH, al igual que otros virus, es capaz de excretarse a través de la leche materna. El mecanismo de infección del recién nacido por esta vía es desconocido, pudiendo infectarse por penetración del virus en piel o mucosas del niño a través de soluciones de continuidad, o mediante paso a través de la barrera gastrointestinal. No todos los niños lactados al pecho por madres infectadas se infectan. Se calcula que la tasa de transmisión atribuible a lactancia materna es del 14% y aumenta al 29% si la madre que amamanta a su hijo se ha infectado después del parto. En países desarrollados se desaconseja la lactancia materna a las madres infectadas por el VIH, con lo que prácticamente desaparece esta vía de infección. Por el contrario, en los países en vías de desarrollo la OMS aconseja mantener la lactancia materna ya que es mayor el riesgo de morir si el bebé no lacta, que el de adquirir la infección.


Finalmente, decir que el paso de seropositivo asintomático a un diagnóstico de SIDA (VIH AVANZADO) en los niños suele ser mucho más rápido que en los adultos, por lo que los casos de SIDA pediátrico se detectan mucho antes.


2.1.6 INTERVENCIÓN PSICOLÓGICA EN PERSONAS CON VIH

La intervención psicológica debe contemplar y atender a un conjunto amplio y diverso de problemáticas, relacionadas directa o indirectamente con el virus del VIH-VIH Avanzado. Los problemas objeto de intervención abarcan tanto la atención de trastornos de la ansiedad y/o del estado del ánimo, que se pudieran dar tras el diagnóstico de la enfermedad; pasando por el acompañamiento a lo largo de todo el desarrollo de la enfermedad, o fallecimiento de la persona, si el pronóstico y evolución resultan negativos; así como el afrontamiento e integración en el mundo socio laboral, dependiendo de la reacción de su salud y su fase de evolución del VIH.


Así, el VIH-VIH AVANZADO tiene unas consecuencias directas en el plano psicológico y social, que en muchos momentos pueden ser tan graves o más que la propia enfermedad: estados depresivos con ideas de suicidio, aumento de la violencia familiar por el nivel de estrés y ansiedad acumulado, ruptura de relaciones socio-laborales y familiares, aislamiento, falta de recursos sociales (alternativas laborales adaptadas, prestaciones económicas en situación de crisis), incumplimiento de la adherencia al tratamiento por falta de información o trastornos del estado de ánimo, etc. La correlación entre bienestar subjetivo y estado de salud es un tema antiguo tanto en medicina como en las humanidades.


Desde el “Mens sana in corpore sano” de la antigüedad clásica, hasta los estudios actuales de disciplinas tan abstrusas como la “psiconeuroinmunoendocrinología” la interacción entre cómo nos sentimos mentalmente y cómo funciona nuestro cuerpo es alta. A su vez, esto se liga a nuestra satisfacción vital. La antigua medicina psicosomática de la primera mitad del siglo pasado ha sido reemplazada hoy por estudios epidemiológicos clínicos que han mostrado que los pacientes con cuadros médicos crónicos presentan frecuentemente problemas de salud mental. La salud física y la salud mental están entrelazadas, lo que es lógico en seres unitarios como las personas humanas. La complejidad de esta interrelación se ve en la influencia de los pensamientos, de las emociones y de las conductas en la salud corporal, así como en el impacto de la salud física en la salud mental y el bienestar subjetivo.


El aprender a vivir con una enfermedad médica crónica es estresante para la mayoría de los pacientes. Es distinto “estar enfermo” con una condición aguda que tiende a la recuperación, que “convivir” con una enfermedad crónica irrecuperable independientemente de que la última lleve a la muerte solo por complicaciones de largo plazo. Estos pacientes pueden vivir con ansiedad crónica acerca de las posibles recaídas o agravamiento de su enfermedad. Por ello, el enfoque más preciso para abordar la intervención psicológica de inteligencia emocional en personas que viven con VIH/VIH Avanzado, ante el proceso de una tendencia de la psicología que busca investigar la función adaptativa de las emociones ante un evento de salud física que exige reunir los recursos psicológicos propios y la capacitación de otros que aun no se poseen en la persona, para verse fortalecida en el bienestar subjetivo, salud mental y satisfacción vital. Así el enfoque de la Psicología positiva ofrece un lente único a través del cual estudia y comprende los fenómenos psicológicos, interpretando a través de los procesos que subyacen a las cualidades y emociones positivas del ser humano, durante un tiempo ignoradas por la psicología (Vera, 2006).


2.2 PSICOLOGÍA POSITIVA

Según palabras de Séligman, creador de la Psicología Positiva, en su libro "La auténtica felicidad", "Los mejores terapeutas no sólo curan los daños, sino que ayudan a la persona a identificar y desarrollar sus fortalezas y virtudes". El terapeuta debe intervenir también por encima de cero, es decir, trabajar también con personas que gocen de óptima salud psicológica con el fin de prevenir enfermedades psicológicas; el gozar de buena salud no quiere decir que estemos exentos de enfermarnos.


2.2.1 ANTECEDENTES Y SURGIMIENTO DE LA PSICOLOGIA POSITIVA

El desarrollo teórico e investigativo que ha dominado a la psicología a lo largo del tiempo ha estado centrado en las emociones negativas, y en la debilidad humana en general, dando lugar a un marco disciplinar sesgado hacia lo patogénico, aspecto que ha incidido en que la psicología sea identificada como psicopatologíao psicoterapia (Strumpfer, 2004; Vera, 2006). Al parecer este marcado énfasis en lo patológico estuvo influido por la Segunda Guerra Mundial, período en el que la psicología se consolidó como una disciplina dedicada a la curación y a la reparación de daños (Seligman & Christopher, 2000), bajo el modelo biomédico dominante en ese entonces.


No obstante antes de la guerra, los objetivos de la psicología no solo estaban orientados hacia la curación de los trastornos mentales, sino que sus acciones debían contribuir a que la vida de las personas fuera más productiva y plena, lo que implicaba identificar y desarrollar el talento y la inteligencia de las personas.


En los últimos 10 años, se ha venido produciendo un cambio en la investigación en psicología, que evidencia una tendencia a abordar las variables positivas y preventivas en lugar de los aspectos negativos y patológicos que tradicionalmente se estudian (Guerrero & Vera, 2003; Simonton & Baumeister, 2005). Algunos autores sostienen que uno de los retos para la psicología en los próximos años será dedicar más trabajo intelectual al estudio de los aspectos positivos de la experiencia humana, entender y fortalecer aquellos factores que permiten prosperar a los individuos, comunidades y sociedades, para mejorar la calidad de vida y también prevenir las patologías que surgen de condiciones de vida adversas (Seligman & Csikszentmihalyi, 2000).


El objetivo de lo que se ha llamado Psicología Positiva es justamente catalizar este cambio de la psicología, hacia el desarrollo de las fortalezas de las personas. Acorde con lo anterior, la principal tarea de prevención en esta década, será estudiar y entender cómo se adoptan esas fortalezas y virtudes en niños y jóvenes, elemento fundamental para la prevención de los llamados desórdenes mentales (Seligman & Christopher, 2000).


2.2.2 DEFINICIÓN DE PSICOLOGÍA POSITIVA

La psicología positiva es una rama de la psicología, de reciente aparición, que busca comprender, a través de la investigación científica, los procesos que subyacen en las cualidades y emociones positivas del ser humano, durante tanto tiempo ignoradas por la psicología.


2.2.3 ÁMBITOS DE APLICACIÓN DE LA PSICOLOGIA POSITIVA

Dado que el propósito de la psicología positiva ha sido contribuir al estudio de las condiciones y procesos relacionados con el desarrollo óptimo de los individuos, grupos e instituciones (Gable & Haidt, 2005), sus aportes han tenido impacto en distintos campos de intervención de la psicología, principalmente en las áreas clínica, de la salud y educativa, en las que se observa un mayor énfasis.


En el nivel clínico, uno de los objetivos de la psicología positiva es cambiar el marco de intervención hacia el desarrollo de estrategias terapéuticas que favorezcan la experiencia emocional positiva, lo cual está orientado hacia la prevención y tratamiento de los problemas derivados o exacerbados por la presencia de emociones negativas como la ansiedad, la depresión, la agresión y el estrés, entre otros. Dichas emociones tienen además la propiedad de estrechar el repertorio conductual del individuo, en cuanto afectan los procesos de pensamiento y acción (Fredrickson, 2000; Resnick, Warmoth & Selin, 2001; Seligman, 2002; Seligman & Peterson, 2003; Joseph & Linley, 2005).


En conclusión La psicología positiva estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad así como de las fortalezas y virtudes humanas. Tradicionalmente la ciencia psicológica ha dedicado mucho esfuerzo a estudiar los aspectos negativos y patológicos del ser humano (ansiedad, estrés, depresión, etc.), dejando de lado a menudo el estudio de aspectos más positivos como, por ejemplo, la inteligencia emocional, siendo ésta una de los principales factores protectores y facilitadores para lograr la adaptación vital a eventos determinantes, no solo a nivel personal, sino también social.


2.3 INTELIGENCIA EMOCIONAL

2.3.1 CONCEPTO Y ORÍGENES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

A través del término inteligencia (“intellegnetia”), es un término compuesto de

“intus lego” (leer dentro de mi), o de “inter legere” (leer entre líneas) fue acuñado por Cicerón (siglo I antes de Cristo), se pretende designar la capacidad para entender, comprender e inventar. Entre sus distintas acepciones encontramos, como más significativas, las siguientes: el nivel o la capacidad cognitiva, la función intelectual simple, la nota esencial del ser humano, el principio espiritual y un ente inmaterial. De esta forma suele utilizarse términos como: razón, intelecto, entendimiento, pensamiento, juicio o conocimiento, para referirse con lo que actualmente se conoce como inteligencia.


Las emociones son un aspecto que pueden afectar de forma positiva o negativa la salud, puesto que inciden en nuestro bienestar físico y mental aumentándolo o reduciéndolo. Así, las emociones son procesos que activan y ponen en marcha mecanismos de adaptación psicológica y fisiológica, y nos preparan para una respuesta cognitiva, verbal o motriz ante una situación determinada que nos inquieta o satisface. Cuando un estímulo que provoca esta cadena de reacciones se vive como amenaza y sobrepasa las posibilidades de adaptación de nuestro organismo, se pueden desencadenar una serie de alteraciones que desequilibran el eficaz funcionamiento orgánico.


No podemos olvidar que la emoción depende de la valoración que se hace a nivel individual de una situación por lo que se trata de un juicio lleno de subjetividad. Un suceso se vive de forma diferente según factores personales, sociales y culturales, con lo cual puede generar emociones distintas en distintas personas, y en distintos momentos. Cuando una situación se vive como estresante, se inicia un proceso adaptativo que genera respuestas en diferentes órganos, activadas por el sistema nervioso vegetativo (taquicardia, sequedad de boca, inmovilidad muscular…), que se recuperan en cuanto cesa la situación, es muy intensa o se da con mucha frecuencia, aumentando la liberación de neurotransmisores en el sistema hormonal e inmunológico. La consecuencia es una disminución de la capacidad defensiva del organismo y por tanto mayor vulnerabilidad hacia la enfermedad.


El término inteligencia emocional se refiere a la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en un mismo y en los demás. De esta forma, inteligencia emocional no se plantea como ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas. El actual concepto de inteligencia emocional tiene su origen en el concepto de inteligencia social que planteó el psicólogo Edward Thorndike en 1920, quien la definió como “la habilidad para comprender y dirigir a los hombres y mujeres, muchachos, muchachas, y actuar sabiamente en las relaciones humanas”. Para Thorndike, además de la inteligencia social, existen también otros dos tipos de inteligencias: la abstracta – habilidad para manejar ideas,- y la mecánica- habilidad para entender y manejar objetos.


En los años 30, con el auge del conductismo, David Wechsler diseñó dos baterías de pruebas de inteligencia. En 1983 Howard Gardner en su libro Frames of Mind (Estructuras de la mente: la teoría de las inteligencias múltiples) propone una nueva visión de la inteligencia como una capacidad intelectuales, que Gardner agrupó en siete inteligencias básicas, que nos relacionan con el mundo y cada una de ellas se presenta relativamente independiente de las otras: Inteligencia Musical; I. Quinestésica- Corporal; I. Lógica Matemática; I. Lingüística; Inteligencia Intrapersonal e Inteligencia Interpersonal. Esta teoría introdujo dos tipos de inteligencias muy relacionadas con la competencia social y hasta cierto punto emocional: la Inteligencia Interpersonal y la Intrapersonal. Gardner definió a ambas como:

“La Inteligencia Interpersonal se construye a partir de una capacidad nuclear para sentir distinciones entre los demás: en particular, contrastes en sus estados de ánimo temperamentos, motivaciones e intenciones. En formas avanzadas, esta inteligencia permite a un adulto hábil leer las intenciones y deseos de los demás, aunque se hayan ocultado…”. Y a la inteligencia Intrapersonal como “el conocimiento de los aspectos internos de una persona: el acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones entre las emociones y finalmente ponerles un nombre y recurrir a ellas como un medio de interpretar y orientar la propia conducta…”


La inteligencia emocional es un campo de estudio que surgió en la década de los 90 como reacción al enfoque de inteligencias meramente cognitivas, sumando críticas a los detractores de los test tradicionales de inteligencia. Este enfoque se hizo rápidamente popular en la prensa no científica, entre otras razones porque emitía un mensaje novedoso y atractivo: se puede tener éxito en la vida sin tener grandes habilidades académicas.

A mediados de los noventa, Daniel Goleman en su libro “Inteligencia Emocional” puso en crisis en coeficiente de inteligencia (C.I) y revalorizó socialmente la capacidad de controlar nuestras emociones. Efectivamente, alumnos de los números unos en la Universidad fracasaban en la vida, mientras otros que abandonaban sus estudios o los concluían con dificultad, alcanzaban la cima en las empresas, en puestos de responsabilidad, en el gobierno; ese término es “Inteligencia Emocional” que pretendía dar respuesta a porqué hay personas que se adaptan mejor que otras a las diferentes contingencias de la vida.


Salovey la definió como: “un tipo de inteligencia social que incluye la habilidad de supervisar y entender las emociones propias y las de los demás, discriminar entre ellas, y usar la información para guiar el pensamiento l y las acciones de uno”. Según Salovey y Mayer este concepto de Inteligencia Emocional incluye a los conceptos de Inteligencia Intrapersonal e Interpersonal que propone Gardner, dándole además un enfoque menos cognitivo, pero añadiéndole el componente emocional que Gardner obvia, probablemente por estar inmerso en el enfoque de la época de la Psicología Cognitiva todavía predominaba como paradigma. Este concepto 📷propuesto por Salovey y Mayer incluye además del hecho de que son metahabilidades que puede ser categorizadas en cinco competencias o dimensiones: autoconciencia; control emocional y autorregulación; automotivación y motivación; empatía y habilidades sociales.

2.3.2 FUNDAMENTOS TEÓRICOS: EMOCIÓN Y COGNICIÓN.

La emoción y cognición (conocida como inteligencia) son dos conceptos independientes que han logrado, a través del tiempo, una serie de fundamentos teóricos importantes. Históricamente, se consideraba que estos conceptos mantenían una relación antagónica. En la actualidad, sin embargo, se pretende integrar ambas nociones en un mismo concepto: la inteligencia emocional. La IE se define como la habilidad para reconocer, tratar y afrontar las propias emociones y las de otros (Bar-On 2000; Chemiss y Adler 2000; Goleman 1998; Mayer et al. 2000ª. Y b; Kierstead 1999; Salovey et al. 2001). Para poder entender mejor la IE se considera importante revisar primeros las nociones de inteligencia y emoción.


Etimológicamente, la palabra emoción proviene del latín: “motere” y significa estar en movimiento o moverse; es decir, la emoción es el catalizador que impulsa a la acción (Schachter y Singer 1962). Históricamente, la emoción se ha relacionado con los capos de la psicología, psicodinámica y sociología, desempeñando un papel fundamental en la configuración de las situaciones sociales (Matthews et al. 2002).


En la psicología contemporánea se ha puesto énfasis en la funcionalidad de las emociones, como fuente principal para la motivación y como modelador de la opinión y juicio de las personas (Salovey et al. 2001). Coper y Sawaf (1997) consideraban que la función social de las emociones está siempre presente, pues el afecto es inherente al ser humano (Finemand 2000). La emociones sirven, entonces, como la fuente más poderosa, autentica y motivadora de energía humana (Lazarus 1991). Por lo tanto, se podría entender a la emoción como una respuesta mental organizada a un evento que incluye aspectos psicológicos, experienciales y cognitivos (Mayer et al. 2001).


2.3.3 DEFINICIÓN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

En la actualidad existe diversidad de conceptos erróneos que son utilizados para referirse a la Inteligencia Emocional, debido en alguna forma a la “comercialización del término” o al uso indiscriminado del mismo, sobre todo en el ámbito empresarial, y de salud, por lo que es necesario establecer algunas afirmaciones erróneas: la inteligencia emocional no significa simplemente “ser simpático”. Momentos estratégicos pueden requerir por el contrario hablar sin rodeos a alguien para hacerle ver una verdad importante aunque molesta.


La Inteligencia Emocional no significa dar rienda suelta a los sentimientos, “sacando todo afuera”. Por el contario significa comprender los sentimientos adecuadamente y con efectividad, permitiendo así que las personas trabajen juntas en busca de un objetivo común. No es necesario mantener una profunda relación con todos los miembros de la comunidad social, lo que se pretende es crear un ambiente social en el que la persona se sienta útil y comprometida en el plano social, laboral y de salud consigo misma y con el resto de las personas, que se dé cuenta de que su función como persona es útil y necesaria para el resto de las personas con las que se relaciona.


Una elevada inteligencia emocional, por si sola, no garantiza que alguien haya aprendido las aptitudes emocionales que interesan para relacionar en sociedad; significa que tiene un excelente potencial para adquirir las habilidades sociales y emocionales necesarias. Para lograr un desempeño dirigido y con gestión emocional no basta con poseer una o dos aptitudes, sino dominar una combinación de puntos fuertes en todas las habilidades que constituye la inteligencia emocional.


Lo anterior resume que la Inteligencia Emocional es una habilidad que las personas tienen o pueden desarrollar, la cual permite conocer y controlar sus emociones y sentimientos así como de las personas que le rodean, mediante el uso del autoconocimiento autorregulación, motivación, empatía y habilidades sociales, logrando adaptarse a su medio y llegar a destacar. De tal manera que la Inteligencia Emocional puede influir para mejorar los resultados personales, profesionales y sociales, haciendo que la persona se sienta satisfecha con su desempeño, mismo que ocasiona un incremento en la conciencia, es decir, que la persona sienta que los resultados que obtiene son coherentes a sus capacidades y habilidades en los cuales trabaja (Quintero 2003).


Para fines del proyecto de conocer y fortalecer la inteligencia emocional con personas que viven con VIH; la definición complementaria, entendiendo la Inteligencia Emocional como: La capacidad que permite a hombres y mujeres tomar conciencia de las propias emociones y la de las personas con las que se relacionan, comprendiendo una serie de actividades que sirven inicialmente para emplear la sensibilidad a fin de motivarse, planificar, y desarrollar satisfactoriamente la propia vida, y una efectiva conciencia social.

2.3.4 MODELOS PRINCIPALES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

En términos generales, los modelos desarrollados de Inteligencia Emocional se han basado en tres perspectivas: las habilidades o competencias, los comportamientos y la Inteligencia (Mayer 2000).

A su vez, al analizar la perspectiva que ubica la estructura de la Inteligencia Emocional como una teoría de inteligencia, realizan una distinción entre los modelos mixtos y de habilidades. Los modelos mixtos se caracterizan por una serie de contenidos que transcienden el análisis teórico hacia su conocimiento directo y aplicativo (Goleman 1995; Cooper y Sawaf 1997; Bar-On 1997); mientras que los modelos de habilidad se centran en el análisis del proceso de “pensamiento acerca de los sentimientos”, a diferencia de otras posturas que se concentran únicamente en la percepción y regulación de estos (Salovey y Mayer 1990). A continuación se describe el principal modelo la Inteligencia Emocional, base del Proyecto a trabajar con personas que viven con VIH:



2.3.4.1 MODELOS DE LAS COMPETENCIAS EMOCIONAL

Goleman (1995,1998, 2001), por su parte, definió la inteligencia emocional como la capacidad para reconocer y manejar nuestros propios sentimientos, motivarnos y monitorear nuestras relaciones. El modelo de las competencias emocionales (CE) (Goleman 1998) comprende una serie de competencias que facilitan a las personas el manejo de las emociones, hacia uno mismo y hacia los demás (Boyatziz et al. 2000). Este modelo formula la IE en términos de una teoría del desarrollo y propone una teoría de desempeño aplicable de manera directa al ámbito laboral y organizacional, centrado en el pronóstico de la excelencia.


Por ello, esta perspectiva está considerada una teoría mixta, basada en la cognición, personalidad, motivación, emoción, inteligencia y neurociencia; es decir, incluye procesos psicológicos cognitivos y no cognitivos (Mayer et al. 2001, Matthews et al 2002).

El modelo original de Goleman consistió en cinco etapas, las cuales posteriormente se redujeron a cuatro grupos (Goleman 1998, 2001) con veinte habilidades para cada uno:

1) Autoconciencia, el conocimiento de nuestras preferencia sensaciones, estados y recursos internos; 2) autocontrol, manejo de nuestros sentimientos, impulsos, estados y obligaciones internas; 3) conciencia social, el reconocimiento de los sentimientos, preocupaciones y necesidades de otros y 4) manejo de las relaciones, la habilidad para manejar bien las relaciones y construir redes de soporte (Goleman 2001). Boyatis et al. (2000) investigaron y verificaron las cuatro dimensiones de competencias y 18 habilidades sociales y emocionales. El modelo de Goleman (2001) concibe las competencias como rasgos de personalidad. Sion embargo, también pueden ser consideradas componentes de la IE, sobre todo aquellas que involucran la habilidad para relacionarse positivamente con los demás. Esto es, aquellas encontradas en el grupo de conciencia social y manejo de relaciones (Goleman 2001).


2.3.5 EVALUACIÓN DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Cuando se habla de medir un constructo teórico como la IE, hay que tener en cuenta es un trabajo de mucha complejidad ya que es una metahabilidad que yace latente en la persona, por tanto no es algo directamente observable a menos que la respuesta se produzca, o no, llegado una determinada situación (Mestre, Guil, Carrera y Braza, 2000), por lo tanto estamos ante una variable teórica abstracta o en palabras de otros teóricos de la estadística prefieren denominarla variable sintética para explicar fenómenos que son de interés científico pero que no pueden ser directamente observables.

En el ámbito investigativo se han empleado tres enfoques para evaluar la inteligencia Emocional:

• El primer grupo incluye los instrumentos clásicos de medidas basadas en cuestionarios e informes personales.

• El segundo grupo reúne medidas de evaluación de observadores externos basadas en cuestionarios que son completados por compañeros o familiares

• El tercer grupo agrupa las llamadas medidas de habilidad o de ejecución de IE compuesta por diversas tares emocionales que la persona debe resolver.


2.3.6 ANTECEDENTES INVESTIGATIVOS DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

Al revisar los antecedentes investigativos sobre la Inteligencia Emocional (Ver Tabla A.), se encuentra que la presencia de inteligencia emocional se asocian con el bienestar psicológico, salud mental, menor sintomatología depresiva y ansiosa, menor tendencia a tener pensamiento intrusivos, menor estrés. De la misma manera diversos autores han puesto a la Inteligencia Emocional como factor protector de conductas problemas como violencia, impulsividad, problemas de 📷salud, y desajuste emocional. Así también como factor protector contra conductas de riesgo para la salud, adicciones drogas, tabaco o alcohol.

Antecedentes investigativos sobre la Inteligencia Emocional

Autores(es)

Suárez, Peñate y Crespo

La Inteligencia Emocional en personas que viven con VIH mejora la calidad de vida, y suponen que puedan ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de las personas. El desarrollo de la Inteligencia Emocional permite la autorregulación de la personalidad y funciona como un potencial salutogénico29.

Ruiz-Aranda, Fernández. Berrocal, Cabello y

Extremera.

Los autores concluyen que la Inteligencia Emocional juega un importante papel en el equilibrio psicológico y en el bienestar general del individuo30.

Limonero Fernández-Castro, Thomas y aradilla

Los autores plantean que la Inteligencia Emocional modula la felicidad de las personas.

Lo anterior expuesto deja reflejado la utilidad de la Inteligencia Emocional en la salud, al propiciar la calidad de vida, además de potenciar la calidad de vida, además de potenciar el desarrollo del ser humano, teniendo en cuenta que la salud integra no solo el componente físico, sino también psicológico y social, es decir que de manera holística otorga el bienestar (aumento de células CD4, estabilidad emocional, bienestar psicológico, mejoramiento de las relaciones sociales, etc.) funcionando como un factor protector ante aquellos elementos que afectan la salud, por tanto podría considerarse a la IE como un ingrediente que contribuye a la optimización de la calidad de vida, pues brinda al individuo satisfacción en cualquier contexto de interacción.


En este punto se despliega la importancia de la Inteligencia Emocional, lo fundamental que llega a ser para la sociedad, aun más para las instituciones de salud pues favorece la formación de individuos hacia el desarrollo generado por la calidad de vida y la salud integral.

La educación en emociones responde a las necesidades que la enseñanza ordinaria no puede entender, está fundamentada en el concepto de emoción, teoría de la emoción, la neurociencia, la psiconeuroinmunología, la teoría de las inteligencias múltiples, la Inteligencia Emocional, etc. El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales: conciencia emocional, regulación emocional, autogestión, inteligencia interpersonal, habilidades de vida y bienestar, convirtiéndose en una competencia y herramienta básica para la vida.


2.3.6.1 COMPONENTES DE LA INTELIGENCIA EMOCIONAL

En esta definición, Goleman ha considerado cinco aptitudes emocionales, clasificadas a su vez en dos grandes grupos (Goleman, 1998):

Aptitud personal: Son las que determinan el dominio de uno mismo. Comprenden las siguientes aptitudes: autoconocimiento, autorregulación y motivación

Aptitud social: Son las que determinan el manejo de las relaciones. Comprenden las siguientes aptitudes: empatía y habilidades sociales

Antes de definir cada una de estas aptitudes emocionales, veamos, siguiendo al propio Goleman, qué es una aptitud emocional. Una aptitud emocional es una capacidad aprendida, basada en la inteligencia emocional, que origina un desempeño general sobresaliente.

El autoconocimiento consiste en conocer los propios estados internos, preferencias, recursos e intuiciones, se enfoca en etiquetar los sentimientos mientras éstos ocurren. Este autoconocimiento comprende, a su vez, tres aptitudes emocionales: conciencia emocional: reconocimiento de las propias emociones y sus efectos; autoevaluación precisa: conocimiento de los propios recursos interiores, habilidades y límites; confianza en uno mismo: certeza sobre el propio valer y facultades.

La autorregulación se enfoca en manejar los propios estados internos, impulsos y recursos. Esta autorregulación está formada por cinco aptitudes emocionales: autodominio: mantener bajo control las emociones y los impulsos perjudiciales; confiabilidad: mantener normas de honestidad e integridad; escrupulosidad: aceptar la responsabilidad del desempeño personal; adaptabilidad: flexibilidad para reaccionar ante los cambios; innovación: estar abierto y bien dispuesto para las ideas y los enfoques novedosos y la nueva información.

La motivación son las tendencias emocionales que guían o facilitan la obtención de las metas. La motivación se compone de cuatro aptitudes emocionales: afán de triunfo: afán orientador de mejorar o responder a una norma de excelencia; compromiso: alinearse con los objetivos de un grupo u organización; iniciativa: disposición para aprovechar las oportunidades; optimismo: tenacidad para buscar el objetivo, pese a los obstáculos y reveses.

La empatía es la capacidad de captar de sentimientos, necesidades e intereses. Esta empatía comprende cinco aptitudes emocionales: comprender a los demás: percibir los sentimientos y perspectivas ajenas, e interesarse activamente por sus preocupaciones; ayudar a los demás a desarrollarse: percibir las necesidades de desarrollo de los demás y fomentar su capacidad; orientación hacia el servicio: prever, reconocer y satisfacer las necesidades del cliente; aprovechar la diversidad: cultivar las oportunidades a través de personas diversas; conciencia política: Interpretar las corrientes sociales y políticas

Las habilidades sociales son las habilidades para inducir en los otros las respuestas deseadas. Éstas comprenden ocho aptitudes emocionales: comunicación: escuchar abiertamente y trasmitir mensajes convincentes; manejo de conflictos: manejar y resolver desacuerdos; establecer vínculos: alimentar las relaciones instrumentales; habilidades de equipo: crear sinergia para trabajar en pos de las metas colectivas.

Hay varios componentes de la inteligencia emocional.


En primer lugar, el componente de expectativa, la autoestima, que se presenta como el resultado de un proceso de análisis, valoración e integración de la información derivada de la propia experiencia y del feedback de los otros significativos, como compañeros, padres, amigos, pareja, otros. Una de las funciones más importantes de la autoestima es la de regular la conducta mediante un proceso de autoevaluación o autoconciencia, de modo que el comportamiento de una persona en un momento determinado está regulado en gran medida por la autoestima que posea en ese momento. Por otra parte, teniendo en cuenta que numerosas investigaciones han demostrado la correlación significativa que existe entre autoestima (valoración positiva o negativa) y bienestar, podemos deducir que en la medida en que se desarrolla la autoestima de las personas también se mejora su bienestar, confiando mas en si mismas para afrontar los diversos sucesos de la vida, en la medida en que se logra obtener un aprendizaje didáctico.


Un segundo componente es el de Valor. Esta motivación de logro se fundamenta en las metas que persigue la persona. Las metas que se eligen dan lugar a diferentes modos de afrontar las diversas situaciones de la vida, y los distintos patrones motivacionales. Según G. Cabanach (1996) las distintas metas elegidas se pueden situar entre dos polos, que van desde una orientación extrínseca a una orientación intrínseca. Así, mientras que unas personas se mueven por el deseo de saber, interés de aprender, vivir, curiosidad, preferencia por el reto, y la mejora constante, otros están orientados hacia la consecución de metas extrínsecas como obtención de aprobación de otros, recompensa, juicios positivos, o evitación de valoraciones negativas. Es este sentido, se dice que los primeros tienen una motivación intrínseca porque supone un interés por parte de la persona de desarrollar y mejorar el propio bienestar, mientras que los segundos tienen motivación extrínseca ya que reflejan el deseo de mostrar a los demás su valor, competencia, obteniendo juicios positivas, más que el interés por si mismo personal.


Estos dos grupos de metas generan dos patrones motivacionales también distintos; mientras que el primero lleva a la persona a adoptar un patrón denominado “dominio”, aceptando retos y desafíos para reforzar sus habilidades y capacidades emocionales; el segundo conduce a un patrón denominado “indefensión”, en donde la persona trata de evitar retos o desafíos, y de ser posible hasta la realidad misma de los eventos por miedo a manifestar poca capacidad para desarrollarse en ellos.


El tercero de los componentes es el Afectivo (las emociones). Efectivamente, la inteligencia emocional está estrechamente relacionada con la motivación, en la medida en que una persona es inteligente emocionalmente cuando puede mejorar su propia motivación.


En este sentido, Myrim Puig, médica pediatra del Centro Médico Docente La Trinidad y Hospital de Clínicas Caracas, se refirió a los cinco componentes del coeficiente emocional. De esos cinco, tres son capacidades relativas a la persona. En primero de ellos es la autoconciencia, la cual consiste en conocer las propias emociones. En segundo lugar está el autocontrol, que es la capacidad de cambiar o frenar emociones para evitar que las situaciones de la vida sean un problema; un último la automotivación, que es la capacidad individual de estimularse ante situaciones adversas. Ahora bien, los dos componentes restantes del coeficiente emocional se refieren a la capacidad de conocer a las otras personas. En este sentido, entrenar destrezas para intuir la condición emocional de los demás proporciona capacidades y habilidades muy útiles a la hora de interactuar con los demás. Por último se encuentra la asertividad, que es la capacidad de ser oportuno ante las situaciones, bien sea con acciones o palabras.


Al revisar los conceptos desarrollados anteriormente, se puede apreciar claramente que la inteligencia emocional no implica estar siempre contento o evitar las perturbaciones, sino mantener el equilibrio: saber atravesar los malos momentos que depara la vida, reconocer y aceptar los propios sentimientos y salir airoso de esas situaciones sin dañarse ni dañar a los demás. No se trata de borrar las pasiones, sino de administrarlas con inteligencia.


2.3.6.2 CARACTERÍSTICAS DE UNA PERSONA QUE POSEE INTELIGENCIA EMOCIONAL

Siguiendo a Daniel Goleman, la mente emocional es infantil, en cuanto a que es categórica, todo es blanco o negro, para ella no existen los grises. Una persona inteligente emocionalmente se caracteriza por:

a) Es auto confirmante, ya que obvia y no permite la percepción de todo aquello que quebranta las propias creencias o sentimientos y se centra exclusivamente, en lo que los confirma.

b) Impone el pasado sobre el presente, lo cual quiere decir que si una situación posee alguna característica o rasgo que se asemeje de alguna forma a un suceso del pasado cargado emocionalmente (esto es, que suscite en nosotros gran emoción), la mente emocional ante cualquier detalle que considere semejante, activa en el presente los sentimientos que acompañaron al suceso en el pasado, con la añadida de que las reacciones emocionales son tan difusas, que no percibimos el hecho de que estamos reaccionando, de una determinada forma, ante una situación que probablemente no comparta más que algunos rasgos, con aquella que desencadenó esa misma reacción en el pasado.

c) Sé auto justifica en el presente utilizando la mente racional, de forma que sin tener idea de lo que está ocurriendo, tenemos la total convicción de que lo sabemos perfectamente.

d) Realidad específica de estado, esta característica se refiere al hecho de que cada emoción tiene su propio repertorio de pensamientos, sensaciones y recuerdos asociados, que el cerebro percibe y emite automáticamente sin control racional.

Así pues la visión de la realidad se modifica en función de la emoción que estemos sintiendo; lo que percibo no es lo mismo si me siento furioso o enamorado.

e) La mente emocional también posee el rasgo de la memoria selectiva lo cual implica, que ante una situación emocional determinada, reorganiza los recuerdos y las posibles alternativas de forma que sobresalgan los que considera relevantes.

f) Es asociativa, esto es considera los elementos que activan los recuerdos como si fuera la realidad, y ya sabemos que un solo rasgo similar puede evocar la totalidad de los sentimientos asociados, por esto el lenguaje de las artes, metáforas, leyendas, fábulas, le hablan directamente.

g) El tiempo no existe para ella y no le importa como son las cosas, sino como se perciben y lo que nos recuerdan.

h) Por lo que respecta a las palabras asociadas a este tipo de mente, podemos hablar de rapidez, impaciencia, decisiones a partir de ensayo error, globalizar, orientada a las emociones, sentir, creer, intuir, vincular.

i) Es cálida, imprecisa y está orientada básicamente a las relaciones con nosotros mismos y con los demás.


2.3.7 ESTUDIOS REFERENCIALES DE VIH Y LA SALUD MENTAL

No es fácil vivir con VIH. Puede hacer que la persona se sienta preocupada, culpable, enojada, impotente, temerosa o triste.

¿El diagnostico positivo de VIH puede afectar la salud mental?

Para la mayoría de los pacientes con VIH, estos sentimientos desaparecen lentamente. Pero para algunos, estos sentimientos pueden permanecer con tanta fuerza que pueden interrumpir su habilidad de llevar una vida normal. Quizá resulte difícil ir al trabajo, ocuparse de su familia o compartir su vida con la gente que le rodea.


La prevalencia de enfermedades mentales en personas infectadas por el VIH es considerablemente más alta que en la población general. Además, el virus tiende a concentrarse en poblaciones muy vulnerables, marginadas y estigmatizadas; en particular los profesionales del sexo, los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres, los consumidores de drogas y los presos, que tienen niveles más altos de trastornos mentales que la población general. Entre las personas infectadas por el VIH es común un mayor grado de angustia psicológica. Estudios realizados tanto en países de bajos ingresos como de altos ingresos han revelado tasas más elevadas de depresión en las personas VIH positivas en comparación con los grupos de control VIH negativos. El nivel de angustia a menudo parece estar relacionado con la gravedad de los síntomas de la infección por VIH.


Los estilos de afrontamiento y las habilidades adquiridas pueden configurar la experiencia de síntomas depresivos y la posibilidad de ocuparse de sí mismo. Las relaciones familiares y el apoyo de una pareja también pueden influir en las consecuencias respecto de la salud mental.

El VIH/VIH Avanzado impone una considerable carga psicológica. Las personas con VIH suelen sufrir de depresión y ansiedad a medida que asumen las consecuencias del diagnóstico de la infección y afrontan las dificultades de vivir con una enfermedad crónica potencialmente mortal, por ejemplo el acortamiento de la esperanza de vida, los regímenes terapéuticos complejos, la estigmatización, y la pérdida de apoyo social, familiar o de amigos. Además de las consecuencias psicológicas, la infección por VIH tiene efectos directos en el sistema nervioso central y provoca complicaciones neurosiquiátricas, incluida la encefalopatía por VIH, depresión, manía, trastorno cognitivo y demencia franca, a menudo combinado.


La discapacidad cognitiva en el VIH/VIH Avanzado se ha asociado con un gran incremento de la mortalidad, independientemente de otros factores, como el estado clínico de partida, el recuento de CD4+, la concentración de hemoglobina, el tratamiento antirretroviral, y las características sociales y demográficas. Según los datos presentados, la incidencia de enfermedades definitorias del VIH Avanzado en pacientes que reciben una terapia antirretrovírica de gran actividad es especialmente elevada en los consumidores de drogas inyectable.

2.3.8 ESTUDIOS DE INTELIGENCIA EMOCIONAL EN PERSONAS CON VIH.

2.3.7.1 Impacto psicosocial en personas con VIH/ VIH Avanzado en Monterrey, México[13]

El objetivo de este estudio fue indagar el perfil psicosocial mediante variables como emociones, sucesos vitales, soporte social y afrontamiento, así como la representación social que tienen las personas que viven con VIH/ VIH Avanzado en Monterrey, México (julio-diciembre 2012). Al efecto, se utilizó una muestra compuesta de ocho pacientes que recibían tratamiento médico. Se tomaron medidas de tendencia central para determinar las de mayor puntaje, y en la variable de emociones se contrastaron puntajes en cuanto el diagnóstico inicial y el actual.


Los resultados muestran que el impacto emocional al momento del diagnóstico fue negativo, caracterizado por tristeza, temor y ansiedad, los que disminuyeron a la vez que emociones positivas como optimismo, confianza y esperanza ascendían conforme el diagnóstico avanzaba; el soporte social estuvo más orientado a lo laboral y económico que a lo afectivo y a la salud. El afrontamiento hallado fue de tipo activo, basado principalmente en luchar, concentrarse y hacer algo concreto para resolver los problemas; asimismo, se encontraron diversos sucesos de vida relacionados con pérdidas. Los autores concluyen que existe un cambio de representación social de la enfermedad desde el momento en que se diagnostica al momento actual de la evaluación, corroborando también que la falta de conocimiento del diagnóstico puede influir en la conducta y las actitudes.


Así, en la variable de emociones, se pudo corroborar que el impacto del padecimiento era negativo a partir del diagnóstico y hasta el momento del estudio, caracterizándose por emociones como tristeza, miedo y ansiedad, pero con fluctuaciones en todas ellas.. Los datos revelaron el proceso emocional negativo que experimentan los pacientes; los riesgos de vivir durante un determinado tiempo en tal situación pudiera influir en el proyecto de vida y en la misma calidad de vida de las personas que padecen infección por VIH/VIH Avanzado, y de ahí la pertinencia de trabajar más los aspectos emocionales.


En el apartado de soporte social actual de los participantes, se percibió la ausencia de apoyo en cuestiones de salud, centrándose este básicamente en las económicas y laborales. Por el contrario, las formas de apoyo de las que posiblemente más carecían eran las referentes a convivir con más personas, como amistades y posibles familiares en la misma casa. De acuerdo a la validación de Bellón y cols. (1996).


La relación entre las emociones y el soporte social se basa en que si se encuentran emociones negativas al momento del diagnóstico, así como también un soporte social más afectivo, es posible esperar que este último tenga un mayor impacto positivo en el manejo emocional de los pacientes. De esta manera, el soporte social afectivo ayuda a que el paciente comparta sus emociones y tenga un efecto de desahogo y descargo, en lugar de que el paciente se reserve dichas emociones, lo que implica seguir viviéndolas, trayendo como consecuencia un proceso cognitivo negativo asociado a esa vivencia de la enfermedad.


En relación al afrontamiento, se encuentra la prevalencia de un tipo de afrontamiento activo basado en acciones concretas para resolver problemas, si bien una de sus formas es la búsqueda de apoyo médico profesional y no el relacionado a los aspectos psicológicos. A la inversa, las formas de afrontamiento 📷que no utilizaban los pacientes participantes fueron las relacionadas con el uso de sustancias y la negación de la situación de enfermedad, lo que contrasta con lo hallado por Swaans y cols. (2008). Así, hay una relación entre las emociones, el soporte social y el afrontamiento; si hay un alto impacto emocional sin un soporte social afectivo, no se promueve el afrontamiento adecuado, lo que pudiera hacer que los pacientes, al momento del diagnóstico, utilicen estrategias no funcionales, como el uso de sustancias o la evasión; como se ha dicho, en los pacientes estudiados predominaba un afrontamiento activo, posiblemente relacionado a una mejor adaptación a la enfermedad, o bien a la evasión de los procesos emocionales que vivían.


En relación a los sucesos vitales, los referidos a la enfermedad estaban ligados a otros sucesos de vida, en gran medida debidos a algún tipo de pérdida. Así, el proceso de la enfermedad no es un proceso puro, pues al mismo tiempo del diagnóstico los pacientes vivían sucesos de vida tan relevantes como los aspectos económicos, la enfermedad de otros familiares o los necesarios cambios en las costumbres personales, lo que influyó en las variables de este estudio.

Finalmente, fue factible corroborar que el perfil psicosocial de los pacientes estudiados se caracterizó por el impacto emocional negativo y su posible disminución conforme había una mayor adaptación, un soporte social instrumental no afectivo y estrategias de afrontamiento activas.


2.3.7.2 INTELIGENCIA EMOCIONAL EN PERSONAS CON VIH, SANTA CLARA CUBA

La investigación se desarrolló en el período de noviembre de 2006 A abril de 2007, con un grupo de personas que viven con VIH del Municipio de Santa Clara,

Cuba. Con una muestra de 40 personas, dividida a la mitad, en dos grupos, uno con diagnóstico de debut y otro con diagnóstico de más de un año. Fue pareada siguiendo en la medida posible las variables sociodemográficas: sexo, rango de edad, estado civil, variante sexual y diagnóstico.


La investigación caracterizo la Inteligencia Emocional (IE) en personas que viven con VIH. En función de los objetivos, se emplearon las técnicas: Trait Meta-Mood

Scale-24, Beck Depresión Inventory, Spielber State Anxiety Questionnaire, Mental Health, Escala de Satisfacción Vital, White-Bear Supression Inventory.


Los resultados se analizaron de forma cualitativa y cuantitativa. La valoración estadística se realizó mediante el paquete SPSS, versión 13.0, permitiendo indagar si existían diferencias significativas entre los subgrupos muestrales estudiados.

Se hallaron diferencias significativas en la expresión de la inteligencia emocional entre ambos grupos, resultando más afectada en las personas del grupo con diagnóstico de debut. Se observó como hallazgo una correlación positiva y significativa en la puntuación del CD4 con el constructo que caracteriza la estructura de la IE. (Duazary 2009 I; 10-24).


Varios autores han teorizado que la Inteligencia Emocional puede llevar a grande sentimientos de bienestar emocional y por tanto a tener una mejor perspectiva de la vida. El desarrollo de la Inteligencia Emocional se asocia con menor depresión, mayor optimismo y una mejor satisfacción con la vida. De manera que un desempeño emocional inteligente en la vida es un factor protector ante eventos desconcertantes, como señalara Goleman: “Desde la perspectiva de la Inteligencia Emocional, abrigar esperanzas significa que uno no cederá a la ansiedad abrumadora, a una actitud derrotista ni a la depresión cuando se enfrente a desafíos o contratiempos. (…) el optimismo es una actitud que la evita que la gente caiga en la apatía, la desesperanza o la depresión ante la adversidad. Y, al igual que la esperanza, su prima hermana, (…) reporta beneficios en la vida (…).”

Precisamente el estudio de la Inteligencia Emocional en personas con el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), es novedoso tanto en el ámbito internacional como nacional, aunque muy necesario, dado el impacto e incremento que ha tenido esta infección en la población mundial.


El VIH conlleva al síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA), que se caracteriza fundamentalmente por la progresión de síntomas, secundarios al deterioro del sistema inmunológico. A causa del impacto del diagnóstico de seropositividad, las personas experimentan importantes alteraciones en su estado de ánimo, estrés, ansiedad, depresión, etc. Las percepciones y representaciones de un “futuro incierto”, las vivencias negativas que lo acompañan y el no disponer de suficientes redes de apoyo para hacer frente a este evento, son preocupaciones muy reiteradas en estas personas.


De manera general en los sujetos afectados por el VIH, tanto en sus fases iniciales como en la fase terminal (donde aparece el VIH Avanzado) los aspectos psicológicos, físicos, sociales y existenciales se ven claramente alterados, con repercusiones negativas para su salud y su calidad de vida.


Es interesante como algunos autores que han abordado el VIH han destacado la importancia de desarrollar habilidades en estos sujetos que permitan una mejor adaptación a la “condición permanente” a la que se enfrentan con el fin de mejorar su calidad de vida. Para esto requieren por supuesto de una mejor estructuración de su IE. Las personas con menor desarrollo de su IE son más propensas a sufrir emociones negativas como el estrés, la depresión, la ira, la ansiedad, entre otras.


Estas emociones negativas debilitan la eficacia de las células inmunológicas y están relacionadas con el descenso de dicha actividad, manifestada por una disminución de la respuesta de linfocitos ante diferentes mitógenos, así como una menor cantidad de células T. B. o linfocitos granulares en sangre. Cuanta mayor reactividad simpática se muestre ante condiciones de estrés, mayor grado de inmunosupresión se producirá ante dicha situación estresora.


En cambio, una buena estructuración de la inteligencia emocional provee emociones positivas que producirán un impacto favorable en el sistema inmunológico. En el caso de las personas que viven con VIH, el desarrollo de la IE puede prevenir un diagnóstico precoz del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH Avanzado), a la vez que favorece adecuados niveles de autoestima, estados anímicos positivos[16] y una mejor satisfacción con la vida.


El objetivo del estudio consistía en determinar las particularidades de la expresión estructural de la Inteligencia Emocional en una muestra de personas que viven con VIH del municipio de Santa Clara; precisando diferencias en las expresiones de diagnóstico, correlacionando elementos emocionales ante la enfermedad y su afrontamiento.


Estableciendo las diferencias en la estructura de la inteligencia emocional en ambos grupos se justifica, teniendo en cuenta que el impacto del diagnóstico de seropositividad es vivido como un evento vital negativo de repercusión limitante para la vida, que conlleva a un desajuste emocional donde priman percepciones de muerte que restringen sus aspiraciones en un “futuro incierto”. Sin embargo en las personas que han convivido más tiempo con el VIH (más de un año), debido a que la inteligencia emocional brinda posibilidades de reaprendizaje, crean estilos de afrontamiento más acertados para adaptarse a su condición permanente y aprender a vivir de un modo más inteligente desde el punto de vista emocional, garantizando una mejor calidad de vida.


2.4 MARCO LEGAL: REGULACION DEL TRATO CON PERSONAS CON VIH

La Asamblea Legislativa de la Republica de El Salvador, Considerando41 I.- Que de conformidad a la Constitución, es obligación del Estado asegurar a los habitantes de la República el goce de la salud, dentro de la cual se encuentra el bienestar biológico, sicológico y social del individuo y de la colectividad;


II.- Que la salud de los habitantes de la república constituye un bien público, para lo cual el Estado y las personas están obligados a velar por su conservación y restablecimiento; congruente con ese principio, es obligación estatal dar asistencia gratuita a los enfermos que carezcan de recursos y a los habitantes en general, cuando el tratamiento constituya un medio eficaz para prevenir la diseminación de una enfermedad trasmisible;

III.- Que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida - VIH Avanzado -, cuyo agente etiológico es el virus de la Inmunodeficiencia Humana -VIH-, es una enfermedad trasmisible de gran impacto en la vida de los seres humanos, por sus implicaciones médicas, económicas, éticas, sociales y culturales lo que hace necesario contar con un instrumento jurídico que permita prevenir, controlar y atender a las personas viviendo con VIH/ VIH Avanzado.


2.4.7 Derechos de las personas con VIH/ VIH Avanzado 42

IGUALDAD

Art. 4.- Las personas con VIH/ VIH Avanzado, sus familiares y allegados tienen derecho a ser tratados de manera digna, sin discriminación ni estigmatización, en razón de su enfermedad. No se considerará discriminación, el cumplimiento de las normas universales de bioseguridad.

ATENCIÓN

41 Ley de Prevención y Control de la Infección provocada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana; Decreto 588

42 42 Ley de Prevención y Control de la Infección provocada por el Virus de Inmunodeficiencia Humana; Titulo II, Capitulo I.

Art. 5.- Toda persona con VIH/ VIH Avanzado tiene los siguientes derechos:

a) Asistencia sanitaria, tratamiento médico, quirúrgico, psicológico y de consejería de manera oportuna y en igualdad de condiciones y a medidas preventivas que impidan la progresividad de la infección;

b) Tener confidencialidad sobre el resultado del diagnóstico y la progresividad de la enfermedad;

c) Acceder a un puesto de trabajo que no conlleve contactos de riesgo y a no ser despedido de su trabajo o desmejorado en su remuneración, prestaciones o condiciones laborales en razón de su enfermedad;

d) Tener acceso a la educación ya sea pública o privada y a no ser excluido en razón de su enfermedad; y

e) Participar, organizarse o congregarse para desarrollar actividades lícitas de carácter cívico, social, cultural, religioso, deportivo, político o de otra índole.

2.4.8 Derechos De Los Infantes Y Adolescentes Con VIH/ VIH Avanzado

Art. 6.- Los infantes y adolescentes con VIH/ VIH Avanzado, no podrán ser privados de los derechos que le son inherentes de conformidad con las leyes del país, debiendo gozar sin restricción alguna de los mismos.

TUTELA

Art. 7.- El Estado, por medio de las instancias respectivas tiene la obligación de tutelar a los infantes y adolescentes que se encuentren privados de su entorno familiar a causa de la infección del VIH/ VIH Avanzado.

CREACIÓN DE ALBERGUES

Art. 8.- El Estado, en coordinación con organizaciones pública y privadas, promoverá y apoyará la creación de albergues y centros de asistencia para infantes y adolescentes con VIH/ VIH Avanzado, a quienes a falta de familiares o tutores legales, se les provea de alimentación adecuada, atención médica, apoyo psicológico o cualquier otro servicio de asistencia.

También creará albergues y centros de asistencia para adultos mayores con VIH/ VIH Avanzado que carezcan de vivienda, en donde se les proveerá de alimentación adecuada, atención médica, apoyo psicológico o cualquier otro servicio de asistencia.


2.4.3 OBLIGACIONES DE LAS PERSONAS CON VIH/SIDA

PRÁCTICAS SEXUALES

Art. 9.- Todas las personas y especialmente aquellas con VIH/SIDA están obligadas a practicar su sexualidad de manera responsable, utilizando métodos adecuados, a fin de minimizar los riesgos de transmisión del virus a otras personas.

PROHIBICIÓN DE DONAR

Art. 10.- Ninguna persona con VIH/ VIH Avanzado podrá ser donante de órganos, sangre u otros tejidos humanos para uso terapéutico; tampoco podrá donar semen, óvulos, leche materna o lactar, excepto con fines de investigación. Quien hiciere uso indebido, imprudente o negligente de fluidos o derivados humanos resultando como consecuencia la infección de terceras personas con el VIH, será sancionado de conformidad al Código Penal y además se le suspenderá para el ejercicio de la profesión u oficio durante el término que dure la condena.

DEBER DE COMUNICAR[18]

Art. 28.- Toda persona que haya sido notificada como seropositiva, está obligada a comunicarle tal situación a su pareja ya sea permanente o eventual, presente o pasada y demás personas con quienes haya tenido, tenga o pueda tener contactos de riesgo.

Es obligación de toda persona con VIH/ VIH Avanzado, informar sobre su condición al personal de salud que le atienda. La misma obligación, tendrán los familiares o allegados en caso que la persona portadora no estuviere en capacidad de informarlo.

DEBER DE INFORMAR CON FINES DE VIGILANCIA

Art. 30.- Las instituciones de salud, públicas y privadas y los profesionales de la salud deberán informar sobre las personas diagnosticadas con VIH/ VIH Avanzado al Ministerio, así como las muertes provenientes de la infección, con fines epidemiológicos y de intervención, garantizando la confidencialidad. En la misma obligación incurrirán las personas naturales que tengan conocimientos de la defunción de una persona por VIH/ VIH Avanzado o los familiares de éste.


2.4.4 INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA CON PERSONAS VIVIENDO CON VIH/ VIH AVANZADO.

2.4.4.1 INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN SERES HUMANOS

Art. 31.- La investigación en seres humanos para fines de prevención y tratamiento del VIH/SIDA, deberá contar con el consentimiento expreso de las personas involucradas en la misma.

El permiso será otorgado con independencia de criterio, sin temor a represalias y previo conocimiento de los riesgos, beneficios y opciones a su disposición. Las investigaciones estarán sujetas a los Acuerdos Internacionales que en Materia de Salud haya suscrito y ratificado El Salvador, a las normas éticas contenidas en el Código Deontológico del Colegio Profesional correspondiente, así como, cualquier otra normativa específica dictada para el efecto, se exceptúa lo establecido en el literal “c” del artículo 16 de esta ley.


2.4.4.2. Prohibición De La Investigación

Art. 32.- Ninguna persona infectada por el VIH/SIDA podrá ser objeto de experimentación de medicamentos y técnicas asociadas a la infección por el VIH sin haber sido advertida de tales circunstancias, de los riesgos que corre y sin que medie su consentimiento previo, o de quien legalmente esté autorizado a darlo.


CAPITULO III:

MÉTODO DE LA

INVESTIGACION

3. MÉTODO DE LA INVESTIGACION

Basados en la metodología cuantitativa y las variables en estudio permiten formular las hipótesis sobre relaciones esperadas entre las variables que hacen parte del problema en estudio. La verificación de las variables se realizo mediante la recolección de información cuantitativa orientada por conceptos empíricos medibles, derivados de los conceptos teóricos con los que se construyen las hipótesis conceptuales. El análisis de la información recolectada tiene por fin determinar el grado de significación de las relaciones previstas entre las variables. El procedimiento que se sigue es hipotético-deductivo el cual inicia con la formulación de las hipótesis derivadas de la teoría, continúa con la operacionalización de las variables, la recolección, el procesamiento de los datos y la interpretación. Por ello, a continuación, se describen el tipo de estudio, población, muestra, Hipótesis, Definición de variables, instrumentos de recolección de datos, y el proceso metodológico que hizo posible el estudio:


3.1 TIPO DE ESTUDIO

El Proyecto de investigación está basado bajo un enfoque cuantitativo y de tipo Descriptiva, considerando las variables: Diagnostico positivo del VIH e Inteligencia Emocional.


a) DESCRIPTIVA.

Busca caracterizar un fenómeno o situación particular indicando sus rasgos más peculiares o diferenciadores, mediante una enumeración de ellos. Y además, tienen como objetivo establecer cómo se manifiesta un determinado fenómeno que atrae la atención de tal manera que se limitan a identificar sus características o propiedades en un momento determinado, sin que el investigador tenga acceso a controlar o manipular a conveniencia las variables en estudio. Según Sampieri (1998, Pag. 60), los estudios descriptivos permiten detallar situaciones y eventos, es decir cómo es y cómo se manifiesta determinado fenómeno y busca especificar propiedades importantes de personas, grupos, comunidades o cualquier otro fenómeno que sea sometido a análisis.


3.2 POBLACION Y MUESTRA

A) POBLACION

La población con la que se realizó el trabajo de investigación fueron con usuarios activos de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador, asociación que trabaja en el tema de VIH/ VIH Avanzado, del Municipio de San Salvador, cuya población posee el perfil común: de ser usuarios activos, mayores de edad que viven con un diagnostico antiguo o reciente de VIH o VIH Avanzado. Teniendo presente el criterio de participación voluntaria y compromiso al proyecto, respetado el derecho de confidencialidad de los datos que se entreguen en los instrumentos de medición.

B) MUESTRA

Para la selección de la muestra se utilizó la técnica de muestreo intencional dirigido que

“consiste en una muestra representativa del universo o población dada, que cumple con los requisitos previos” (Gildaberto Bonilla, Metodología 1998, pag.96).

Este muestreo se discriminó por medio de los siguientes criterios de inclusión:

• Género: Masculino ó Femenino.

• Mayor de edad, específicamente mayor a 18 años.

• Persona con VIHó VIH Avanzado

• Usuario/a de una organización asistencial en El Salvador, durante el año 2014, con una asistencia regular mínima de un año.

• La muestra consistió de 45 personas de la institución que cumplen los criterios de inclusión anteriores.


3.3 HIPOTESIS Y VARIABLES.

Las Hipótesis de la Investigación representan un elemento fundamental en el proceso de investigación. Luego de formular un problema, se enuncian las hipótesis para orientar el proceso y permitir llegar a las conclusiones concretas del proyecto que recién comienza. Tamayo (1989), señala que éstas se constituyen en un eslabón imprescindible entre la teoría y la investigación que llevan al descubrimiento de un hecho.

Dentro de la investigación científica, las hipótesis son proposiciones tentativas acerca de las relaciones entre dos o más variables y se apoyan en conocimientos organizados y sistematizados. Ésta investigación formula hipótesis, según el alcance que el estudio pretende de carácter Descriptivo, en función de detallar como se desarrollan. Además se definen otros tipo de hipótesis: Nula, hipótesis que niega o refuta la relación entre variables; y Alterna. , siendo éstas posibilidades diferentes, ante la hipótesis de investigación y nula, ofreciendo otra descripción u otra explicación distinta a las que proporcionan los primeros tipos de hipótesis formuladas en el estudio.


3.3.1 HIPOTESIS DE INVESTIGACION

Hi: “La Inteligencia Emocional se ve afectada en personas con VIH/ VIH

Avanzado”

H0: “La Inteligencia Emocional no se ve afectada en personas con VIH/ VIH

Avanzado”

Ha: “Ciertas áreas de la Inteligencia Emocional se ven afectadas en personas con VIH /VIH Avanzado”.

3.3.2 DEFINICION DE VARIABLES

VIH:

También conocido como Virus de la inmunodeficiencia humana, es un virus que infecta al organismo atacando al sistema inmune, así como también el VIH Avanzado anteriormente conocido como SIDA, refiriéndose al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida, presentada cuando el organismo no es capaz de ofrecer una respuesta inmune adecuada.


Inteligencia Emocional:

Consiste en la capacidad que permite a hombres y mujeres tomar conciencia de las propias emociones y la de las personas con las que se relacionan, comprendiendo una serie de actividades que sirven inicialmente para emplear la sensibilidad a fin de motivarse, planificar, y desarrollar satisfactoriamente la propia vida, y una efectiva conciencia social.


3.4 TECNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCION DE DATOS

En la obtención de los datos para determinar qué áreas de la inteligencia emocional se ven afectadas en personas que viven con VIH/VIH Avanzado, usuarios de la organización asistencial ICW Capitulo El Salvador”; se aplicaron los siguientes métodos de investigación:

A. Técnica: Observación (Estructurada): Técnica de visualización de hechos, la cual se encuentra respaldada generalmente por una lista de cotejo que posee los principales criterios que se desean observar, esta lista de cotejo posee tres opciones de respuestas cerradas, mucho, poco y nada; permitie conocer la información de forma cerrada y concreta. Posee en la parte superior las generalidades o datos relevantes de lo que se observa y en la parte inferior un apartado para observaciones (Rogers y Bouey 2005).


Instrumentos:

a) Guías de observación Estructuradas: Elaboradas previamente listas de cotejo para verificar el desempeño emocional personal y social, de los participantes del proyecto. Cada una de las guías de observación fueron registradas al finalizar las jornadas de talleres psicológicos, mismas en las cuales se aplicó el instrumento de medición de la inteligencia emocional: Cuestionario CE; registrando una observación por jornada concluida por uno de los facilitadores. Las guías se describen de manera específica a continuación:


Guía de observación: “Desempeño y aprendizaje” , tuvo como objetivo registrar conductas, actitudes y relaciones que establecen los participantes en el momento del desarrollo de las jornadas de taller psicológicos. Esta observación permitió tener una apreciación general de la población respecto a la medición de inteligencia emocional, registrando el desempeño de conductas y actitudes, hasta la fecha, aprendidas y reproducidas en relación con otras personas. La guía de observación registró cinco dimensiones a evaluar sobre los participantes de una manera global, entre ellas: apariencia física, actitud, expresión emocional, lenguaje, interacción entre participantes, e interacción con facilitadores; éstas a su vez poseen una serie de indicadores, cuyos resultados permitieron reforzar las interpretaciones del cuestionario a administrado a los participantes.

Guía de observación: “competencias prácticas” , cuyo objetivo fue determinar la presencia o no de conductas, y actitudes personales y sociales necesarias en situaciones ambientales que demandan la competencia practica de inteligencia emocional. El instrumento permitió registrar distintas áreas de inteligencia emocional, como: autoconocimiento, autorregulación, automotivación, empatía y relaciones interpersonales; que su vez establecen criterios de logros de las competencias prácticas en los participantes. Los observadores agregaron comentarios y apuntes en según las apreciaciones efectuadas por el observador/a (Los facilitadores de manera aleatoria); la información permitió una vista general reflejada en el desarrollo de las jornadas de taller psicológico, y medición de la inteligencia emocional de la población.


B. Técnica: Prueba diagnóstica: Consiste en un examen con un número determinado de ítems o dificultades enmarcadas a la problemática a estudiar, con el propósito de conocer el rendimiento de las dimensiones evaluadas, definir las dificultades encontradas, para clasificar y establecer la población afectada que se tomará en cuenta en dicho estudio (Fernández-Berrocal Ramos y Rivera 2000).


Instrumento:

Cuestionario de Coeficiente Emocional (CE) : cuestionario diseñado por Cooper y Sawaf, obtenido de su libro La

Inteligencia Emocional Aplicada (1999). Dicho instrumento fue validado en los Estados Unidos con una muestra de 6500 individuos arrojando una confiabilidad de 0.8765 y, posteriormente en un test- retest y un análisis factorial 0.77 y 0.82 respectivamente. (Fisher & Tudela, 1999).


Este instrumento consta de 236 ítems de pregunta cerradas, con cuatro alternativas de respuesta cada uno. Las preguntas y sus alternativas están formuladas de manera similar a una escala de Likert, donde el entrevistado escoge entre las alternativas, la opción que mejor describa su situación. Una sola alternativa de respuesta ya que las alternativas son entre sí mutuamente excluyentes. El cuestionario fue aplicado de manera auto administrada por parte de la mayoría de la población, a excepción de personas que no pudieron dar lectura al cuestionario, en tal forma, un facilitador apoyo en la contestación, actuando como intermediario. Finalmente es necesario mencionar, que del cuestionario original, y basado en una característica especifica de la población en general del proyecto, siendo ésta qué los participantes son ciudadanos desempleados, para efectos se omitieron dos escalas del cuestionario original que dirigen su atención a situaciones laborales específicas y en contexto actual, siendo las dimensiones


Encuesta de VIH o VIH AVANZADO: Consiste en un cuestionario cerrado, siendo una técnica de recolección de datos sobre la variable VIH/VIH Avanzado, indagando en los participantes diferentes áreas vinculas al virus, su conocimiento, e impacto de la vivencia. Siendo la encuesta elaborada por el grupo de investigación responsable, en asesoría del tutor, y con aprobación de la Dirección de la Institución en Tema de VIH. El instrumento ha sido administrado a cada uno de los participantes de manera confidencial, por cada uno de los facilitadores del proyecto de investigación.


Encuesta de VIH o VIH Avanzado Cuestionario cerrado, elaborado por los facilitadores y con aprobación del asesor de investigación, y con aprobación de la Dirección de la Institución en Tema de VIH. Su objetivo fue obtener información y datos socio demográficos de personas entre hombres y mujeres mayores de 18 años de edad que viven con VIH o VIH Avanzado, y pertenecientes a la institución asistencial de ICW Capitulo El Salvador. El instrumento permitió registrar información sobre la variable de VIH o VIH Avanzado, contemplando indicadores como: Tipo de diagnóstico, tiempo de vivir con el diagnóstico, vía de transmisión del virus, conocimiento del virus, impacto, apoyo y asistencia recibida por los participantes, en áreas físicas, psicológicas, emocionales y sociales.


ANÁLISIS DE RESULTADOS

Integración General de Resultados sobre la Variable de Coeficiente Emocional.

Existen diferentes dimensiones del Coeficiente Emocional que en su conjunto evalúan la Inteligencia Emocional (IE) según Cooper y Sawaf, en donde se evidencia que en todas las escalas evaluadas, las personas con VIH ó VIH Avanzado, miembros activos de la fundación ICW Capitulo El Salvador, exhiben puntuaciones que los ubican en niveles Vulnerable y Cautela para todas las zonas de rendimiento (dimensiones) y escalas evaluadas (indicadores), presentando porcentajes superiores donde se ubican grupos igual o mayor a la mitad de la población, lo que demuestra pocas aptitudes emocionales, y mayores vulnerabilidades personales de rendimiento en el desarrollo de su Coeficiente Emocional.


De manera específica se puede interpretar los resultados obtenidos de cada una de las dimensiones siguiente:

Ambiente Actual: Los participantes poseen un manejo Vulnerable a Cautela, de acuerdo a los eventos que se presentan en su vida , tanto en sucesos de la vida y presiones personales se observa que el ambiente actual representa una carga emocional, orientada a un grado de preocupación, sensible, de reserva emocional, causando aflicción o angustia en los individuos lo cual puede afectar en el rendimiento en la vida de las personas. Tal como lo expresa Rosario Alarcón (Psicología positiva y Salud, 2012), los pacientes con VIH o VIH Avanzado tienen consecuencias directas en el plano psicológico y social, que en muchos momentos pueden ser tan graves, expresando estados depresivos, estrés, ansiedad acumulada. Estos pacientes pueden vivir con ansiedad crónica acerca de los posibles eventos que los cambios de la enfermedad implican en sus vidas, agravando la propia enfermedad.


Dimensión Conocimiento Emocional : dentro de esta dimensión, la conciencia emocional de las personas con VIH o VIH Avanzado, sobre sí mismas, se encuentran significativamente en un nivel Cautela, en el que no reconocen sus sentimientos y emociones, siendo estas fortalezas o debilidades, y el efecto que el recurso emocional desarrolla en el rendimiento de su vida. La expresión emocional es manejada de manera vulnerable, lo que indica que a la mayoría le es difícil expresar su sentimientos, ideas y necesidades, siendo estos reguladores de la comunicación relacionada ante nosotros y que pueden provocar reacciones conductuales especificas en otras personas.


En lo referente a la conciencia emocional de otros, la mayoría se maneja en un nivel Vulnerable a diestro, en el que se observa que la población con VIH o VIH Avanzado, son conscientes la mayor parte del tiempo de la forma en que los demás sienten o la forma en la que pueden reaccionar a ciertas situaciones o eventos, habilidad expresada y observada en la población frente a terceros bajo el énfasis de la condición de Diagnóstico Positivo, dónde las emociones de los demás resuenan en los individuos, habilidad basada en la experiencia, ya que el apoyo social y consuelo emocional se consolida en los grupos de apoyo para la enfermedad, permitiendo compartir experiencia, estrategias, y generando el sentido de aceptación y pertenencia a un grupo no discriminativo.


Dimensión de Competencias Emocionales : en esta sección encontramos en cada una de las competencias se ubican en un nivel de Cautela, de manera significativa, por lo que las capacidades no han sido exploradas o claramente definidas y reforzadas, experimentando una falta de focalización con respecto a lo que desean y hasta donde quieren llegar, al no regular las competencias de: creatividad, intención, elasticidad, conexiones interpersonales, y descontento constructivo. Éstas características subyacentes de la personalidad se vinculan al comportamiento 52 , garantizando el propósito, el cambio, la adaptabilidad, el logro del apoyo social requerido, confianza y conexión para beneficiarse incluso a partir de los fracasos o situaciones estresantes.

Dimensión de Valores y Creencias del CE : Esta dimensión está arraigada en lo más profundo de la persona, ya que rige en cierta medida la manera en cómo se desenvuelve las actividades diarias, y las relaciones interpersonales. Los valores y principios provienen de la educación formal o informal recibida, y ésta misma aplicada a lo largo de la vida. La percepción del mundo, y la distinción entre lo correcto e incorrecto, fundamenta la representación social de la enfermedad. Así las personas con VIH o VIH Avanzado, poseen actualmente en un nivel Cautela significativo, es decir, la población difiere su actuación de los principios personales, cambiando poco eficazmente a las demandas del medio. Según el estudio de Inteligencia emocional en personas que viven con VIH, de Santa Clara Cuba en el 2006 al 2007, los principios y creencias tiene una influencia directa sobre la inteligencia emocional, por lo que si precisan un cambio para la obtención de una mejora positivo, entre otras variables inmersas en la inteligencia emocional, requerirá de una reestructuración de la inteligencia emocional para llevar a grandes sentimientos de bienestar emocional y por tanto a tener una mejor perspectiva de la vida. Siendo la inteligencia emocional un factor protector ante eventos desconcertantes.


De esta manera, la promoción y reforzamiento de valores afirmaran un aprendizaje estratégico relacionado con la inteligencia emocional ante la enfermedad. Valores como: La compasión establecerán relaciones empáticas, cercanas, armoniosas, y claras. La percepción permitirá darse cuenta del mundo eminentemente social que nos rodea, y la percepción de nosotros mismos, reflejada en la forma en cómo nos comportamos y en la que suponen creer comportarnos, apoyando al principio de integridad. La intuición juega un papel importante en la vida en relación a comprender los eventos, actuar y sentir en relación a la confianza personal. El radio de confianza, es esencial para el rendimiento personal que genere conexiones en las personas del medio.


El poder personal depende de cada uno, y de la percepción de su situación determinada, influyendo la motivación, autoestima, los eventos que se suscitan alrededor, conscientes de la habilidad de enfrentar y aprender ante cualquier dificultad. La integridad es resultado de la coherencia u honestad de actuar bajo los principios inicialmente definidos o corregidos en la reestructuración emocional, siendo auténticos, respetuosos y libres de los sentimientos, pensamientos, y relaciones sociales.

Resultados de CE: en esta dimensión , se observa el estado continuo en el nivel Vulnerable, en los indicadores de salud, calidad de vida, y cociente de relaciones. Incluyendo, síntomas variados en áreas, física, conductual y emocional presentado con frecuencia. La calidad de vida, expresa bienestar personal bajo, así como de felicidad o relación personal, denotando sentimientos de frustración presente por el conjunto de eventos que originan una carga emocional negativa.


El cociente de relaciones expresa que las personas con VIH o VIH Avanzado mantienen relaciones personales poco estables, y las más significativas se refieren a su grupo de apoyo, en conocimiento de la enfermedad (familiares o parte de la fundación asistida). Los resultados apoyan los datos sobre las dimensiones Psicológicas del VIH Sida, de la Asociación Americana de Psicología (2006), No es fácil vivir con VIH, esto puede hacer que las personas se sientan preocupadas, frustradas, culpables, enojadas, impotentes, temerosas o tristes. Para muchos de los pacientes con VIH, estos sentimientos desaparecen lentamente con apoyo psicológico, farmacológico y social.


Pero para otros, estos sentimientos pueden permanecer con tanta fuerza que pueden interrumpir su habilidad de llevar una vida normal. Quizá resulte difícil ir al trabajo, ocuparse de sí mismo, de la familia o compartir su vida con la gente de le rodea.

Basado en el estudio, se confirma la hipótesis inicial planteada, comprobando que efectivamente la inteligencia emocional se ve afectada en las personas con VIH/VIH Avanzado, aunque probablemente no con la misma intensidad para todas las personas, ya que esto dependerá de otros factores como: el nivel educativo, el apoyo al tratamiento farmacológico con terapia psicológica, el desempleo, antecedentes de abuso u otros conflictos no resueltos en el pasado, el apoyo recibido por parte de la familia de la persona con VIH o VIH Avanzado, la vía de transmisión de la enfermedad, entre otros factores.


Sin embargo, independientemente del déficit de competencias en el coeficiente emocional, las consecuencias que viven las personas con VIH/VIH Avanzado se extenderán del nivel físico, incidiendo en alteraciones de ánimo, problemas psicológicos, y déficit en el desarrollo optimo social y emocional. Por ello es necesario apoyarse en la Inteligencia emocional como factor protector de la salud, frente a la enfermedad crónica, a fin de cambiar hábitos que faciliten la adaptación a este cambio que exige la condición permanente de la salud, la adherencia al tratamiento, la mejora en la calidad, bienestar y satisfacción de la vida, y el aplazamiento de que el virus del VIH se desarrolle en VIH Avanzado.


Estos resultados resaltan la importancia de implementar un plan de Educación Emocional que desarrolle estrategias que permitan potenciar el desarrollo de la inteligencia emocional, mejorando la calidad de vida, el conocimiento emocional personal y las relaciones interpersonales de las personas con un VIH o VIH Avanzado.


Es importante romper con el paradigma de no hablar sobre las emociones, especialmente ante poblaciones que a causa de impacto de una enfermedad crónica, necesitan desarrollar habilidades que permitan una mejor adaptación de la “condición permanente”, a la que se enfrentan, con el fin de mejorar su calidad de vida, para ello requiere una mejor exploración y estructuración emocional. Las personas con menor desarrollo de su IE son más propensas a sufrir emociones negativas como el estrés, la depresión, la ira, la ansiedad, entre otras.


Estas emociones negativas debilitan la eficacia de las células inmunológicas y están relacionadas con el descenso de dicha actividad, manifestada por una disminución de la respuesta de linfocitos ante diferentes mitógenos, así como una menor cantidad de células T. B. o linfocitos granulares en sangre. Cuanta mayor reactividad simpática se muestre ante condiciones de estrés, mayor grado de inmunosupresión se producirá ante dicha situación estresora.


En cambio una buena estructuración de la inteligencia emocional provee emociones positivas que producirán un impacto favorable en el sistema inmunológico. En el caso de las personas con VIH, el desarrollo de la IE puede prevenir un diagnóstico precoz del síndrome de inmunodeficiencia adquirida (VIH Avanzado), a la vez que favorece adecuados niveles de autoestima, estados anímicos positivos y una mejor satisfacción con la vida.

La Inteligencia Emocional en personas con VIH mejora la calidad de vida, y suponen que puedan ayudar a fortalecer el sistema inmunológico de las personas. El desarrollo de la Inteligencia Emocional permite la autorregulación de la personalidad y funciona como un potencial salutogénico.

Lo anterior expuesto deja reflejado la utilidad de la Inteligencia Emocional en la salud, al propiciar la calidad de vida, además de potenciar el desarrollo del ser humano, teniendo en cuenta que la salud integra no solo el componente físico, sino también psicológico y social, es decir que de manera holística otorga el bienestar (aumento de células CD4, estabilidad emocional, bienestar psicológico, mejoramiento de las relaciones sociales, etc.) funcionando como un factor protector ante aquellos elementos que afectan la salud, por tanto podría considerarse a la IE como un ingrediente que contribuye a la optimización de la calidad de vida, pues brinda al individuo satisfacción en cualquier contexto de interacción .


En este punto se despliega la importancia de la Inteligencia Emocional, lo fundamental que llega a ser para la sociedad, aun más para las instituciones de salud pues favorece la formación de individuos hacia el desarrollo generado por la calidad de vida y la salud integral.

La educación en emociones responde a las necesidades que la enseñanza ordinaria no puede entender, está fundamentada en el concepto de emoción, teoría de la emoción, la neurociencia, la psiconeuroinmunología, la teoría de las inteligencias múltiples, la Inteligencia Emocional, etc. El objetivo de la educación emocional es el desarrollo de competencias emocionales personales, sociales, y como factores protectores a situaciones adversas.


Así en base a los resultados obtenidos en la aplicación del instrumento de Inteligencia Emocional de Robert Cooper y Ayman Sawaf (1998), se propone, en respuesta a la constante Vulnerable/cautela de las dimensiones evaluadas, se hace necesario informar, explorar y desarrollar nuevas habilidades o estrategias para la reestructuración de la inteligencia emocional en personas con VIH o VIH Avanzado; un programa de Educación Emocional para personas con VIH (Ver anexo), donde pretende reforzar las mismas dimensiones evaluadas en el Proyecto de Investigación, en las áreas de: Ambiente Actual, Conocimiento emocional, Competencias Emocionales, y, Valores y Creencias.

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